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La Juntada 2013 - Poetas invitados!

Alejandra Benz


Como todas mis estupideces

me duele la panza
de hambre
o de ganas de escribir
que te quiero contar un montón de cosas
otra vez estuve así
diez días en la cama mirando la tele
te dije de la olla que es para los negros
que hay un video en donde estoy yo
malla azul y blanca como si fuera
la bandera de Japón, tengo el pelo corto
soy feliz
la cumbia se escuchaba después
el asado en las mesas de cemento
caliente, que te dejan granitos
en las piernas
y yo digo ¡pidamos una pizza!
hay muchos autos adelante
vos mirás por la ventana
this is not america, dice Bowie
juego con el chicle entre los dientes
los momentos de callarse, de silenciarse
son iguales todos
y yo los quiero llenar con ruidos
con angustia
haciéndome la dormida
parpadeando rápido
amor, comamos en la cama
que estoy mirando tele
los trenes de new york se ensamblan en brasil
me encantaría que te importe eso
como todas mis estupideces
que no puedas vivir sin escuchar
cómo me sueno los dedos
 

En un cuaderno del ‘68


Lo que no alcanza
y lo que es demasiado.
En el medio estás vos.

Si pudiera
                        rebotaría en tus párpados.

Nuestra distancia es la de los años,
inevitables.

Estos brazos que te rodean
son de remar contra la corriente.



Atómico

¿Y si te gusta cantar?
¿Y si te gusta la sombra azul?
¿Y si te gusta batirte el pelo?
¿Y si te gusta revolear la cabeza?
¿Y si te gusta mostrar así, una pierna?
¿Y girar dando saltitos, te gusta?
¿Y si te gusta tomártela toda?
¿Convidás?
Y si ahora ya sos grande, ¿cómo sos?
Vos pensaste que te robó, ¿y el otro?
Ese te podía matar.
Todas te robamos.

Na nanana nan n ana na
Uuuhh Uhhh aahh ahh


*   *   *


Si siempre quisimos ser Debbie Harry.



Diario

La capital del domingo,
para mí, los clasificados
la casa más cara y
todos los cursos
¡peluquería canina!
qué tentación…
Para vos los muertos
y los nombres que no aparecen,
de todos los que te robaron
guita y tranquilidad
que a veces
son la misma cosa.


Soñé que yo ladraba
    
                                                a L. M.

Justine bebe a los pies del diván
el agua con la que sueñan
los eyaculadores precoces y los incontinentes.
Le muestra los dientes
a los melancólicos separados,
al horror mojigato del cáncer,
a los sesos frescos de los que ignoran
que los significantes son prestados.
Le mueve la cola
a la parafernalia de la seducción histérica,
a la monotonía pegajosa de los obsesivos
en el remolino de perseguirse.
Se hunde, se duerme.
Treinta años después de la muerte de su amo 
una analista sueña que ladra.
Su perra, como Justine,
bosteza ante el despliegue del inconciente.


Alejandra Benz (Esperanza, 1982) Vive y trabaja en Rosario. 
Es psicóloga por la UNR. Publicó poemas en Danke, GUAU! y ediciones de Ivan Rosado. Participó en lecturas de poesía en diferentes espacios de Rosario. En 2012 publicó su primer libro de poesía Torta Alemana, Colección Brillo de Poesía Joven, Ediciones Iván Rosado y fue invitada al XX Festival Internacional de Poesía de Rosario



Alejandro Chiri


Viento Satélite
III

Con las uñas ya crecidas
he rasgado las paredes de mi cuarto
que he pintado de un color muy espeso
coagulante
y juro que mi soledad
se ha hecho más grata.


Viento Satélite
 XI

Solo aquellos que asimilan rápido los golpes y el hambre
son capaces de volar con sus propias alas.
(o como en mi caso… con pegamento)


Crestas del Viento
XLVIII

Un trapo
un suspiro
una crema suicida.

Una sonrisa distanciada por el llanto.


Alejandro Chiri nació en Salta en el año 1987, estudia Letras en la Universidad Nacional de Tucumán, ha publicado un libro de cuentos llamado “El hombre flaco”  y  un libro de poesía denominado “Viento Satélite”, una plaqueta de poemas titulada “Crestas del Viento” y desde hace cuatro años edita la revista literaria “Sonámbula”, siempre tiene una lapicera a mano por si se le ocurre una gran frase que anotar, aunque, nobleza obliga, aquella libretita que compro para ese fin sigue sin conocer ningún tipo de tinta, pero es feliz. 


Cecilia Toconás



También
  
También hay partes del alma
Que busco que no se escapen
Las partes del alma las descubro
Cuando trato de olvidar los nudos
Que atan y desatan mis versiones
Partes fragmentos de esa masa
Efímera abstrusa que juega
A buscar las otras almas
Que me abrazan y se meten sin respeto
En mis piernas.

Almendras y manicomios

Nadie te dice que las almendras
Son secas
Y que al nacer parecen duraznos
Nadie te dice que
Los manicomios tienen un olor 
A masoquismo
Hay que salir y experimentar
Todo aquello que no te dicen
Para que la sorpresa sea
Tu revolución humana.



Ruidos en la vereda

El desayuno servido
Mi taza, demasiado grande
Escucho ruidos desde afuera
Me asomo casi en invisible
Un gato
Un gato de tres colores
Una gata que juega con
Un sapo muerto.
Me ve y sale corriendo
Dejando olvidado el cadáver

Me robaron el mar

En mi balcón yo veo el mar, aquel mar robado, aquel que descuide por hacer fuego. El limite de mi balcón es una madera de cajón y me esfuerzo por no cruzarlo, por no buscarlo. Me falta el mar , me falta recitarlo mas, cuidarlo, invadirlo, explorar lo azul, sin tapones para los oídos y escucharlo sin ausencia, colgarme de él, la mar, el mar, el mar robado y si alguien lo vio que me avise, como a Silvio y su unicornio azul. En esencia lo reproduzco, lo clono, pero no es aquel que yo sentía, que olia a api y pastel. Mi balcón esta en los andes junto a muñecas encontradas. La piel quiere avanzar al horizonte y buscar entre rayos la arena.
Maderita no te quiebres.


Cecilia I. Toconás Nació en San Salvador de Jujuy, en octubre del 87. Escribe poesía desde que descubrió que podía hablar a través de ella, entonces se silencio un poco más. Ha contribuido en revistas literarias, en proyectos y eventos artísticos. Inspirada en un grupo de poetas salteñas ha realizado folletos poéticos con la colaboración de artistas plásticos.  Contribuye actualmente en una biblioteca popular que se ubica en Vaqueros, Salta.



Elizabeth Soto






Escritos de Domingos


Desembarcando en la mesa vacía me desplomo ante un silencio profundo,
                                                                                                                                                 marrón.

No busco nada.
Sé que no voy a encontrar nada.

aunque lo espero sentada mientras transcurre la efímera tarde de domingo.

"el tiempo es arena en mis manos"



El peso de los colores

¿Cuánto pesa el color negro si lo llevas dibujado? ¿Es más liviano el blanco?

¿De qué color será el amor, la tristeza, la bronca, el odio… el desencanto (no todo es blanco)?                                           
¡De qué color será tu alma cuando por las noches se despide de tu cuerpo y recorre los pasillos de tu casa, asustando a un sonámbulo nervioso?

                             ¿Tu alma guardará el color de tu piel o lo dejará dormido al igual que el viento norte deja su nombre durante la primavera?



…………………………………………………..
…………………………………………………..
Cerca de un final,
….lejos de tus lunares,
…………….pensando en los míos .
.   …
................  ….



Charlas de domingos

.
-eh… nada.
-
´´
¨,
.
-

(mi mamá teje/

                        ---- depresión absoluta


                                                             ----debería tener novio, o aprender a tejer)

   
La medida perfecta del olvido

Dos personas sentadas en las orillas de sus camas. Una no llama a la otra, pero ambos esperan el llamado. Una se levanta y sale a buscarlo, la otra también. Ambas personas toman un camino diferente. Ambas personas se pierden entre las calles de tierra y los ladridos de los perros. Ambos seres se buscan pero con el menor esfuerzo. Ambos se detienen a pensarse. Se dan la vuelta y regresan a las orillas de sus camas a ver televisión y extrañar recuerdos esperados.



La música equivocada


Tomando de tu suspiro,  puedo brincar más allá de mi nariz, mordiendo la tuya.
Deletreando sustantivos,
pensando en la significancia de mi yo perpetuo,
buscando en el fondo del cajón mi diario de adolescente,
peleando con el recuerdo de hace horas,
queriendo amar,
queriendo odiarte,
viviendo,
despertando,
a un paso de lo viejo, que surge como novedad.



Humedad

Comienzo a pensar que la vida se origina en la humedad...
        prueba de eso son los hongos verdes, que nacen al costado de los árboles o en las paredes de mi casa.


Elizabeth Soto, Nació en Jujuy el 15 de Diciembre de 1986. Estudió Comunicación Social en la UNJu, se divorció del periodismo y se enamoró de la poesía (entre otras cosas que la enamoran y des-enamoran todos los días en su dualidad continua: ama el otoño/ odia el invierno). Escribe hace un par de años en su blog www.escritosdedomingos.blogspot.com.ar , es directora de la revista Cultural Cronopio, y de la editorial con el mismo nombre. 



Ezequiel Nacusse


John

Está por llover,
John
lo sabe.

Tiene puestos los anteojos de carey
que fueron míos
el tiempo en que nos sentimos centauros.

Se desnuda en el balcón
la lluvia lo
secuestrará.

Pienso en su espalda atravesando
el techo de follaje de árboles azules
el túnel callado en el que habita
tras los lentes oscuros…

esos lentes que dejé sobre la mesa
junto a una nota que decía volveré
cuando la lluvia…

pero John, empapado y sediento,
supo que mentí.



Ellos Saben

Ellos son los que saben
cerrar el diario ponerle la fecha
del día
no importa qué día
todos los días acaban siendo
otros días

y ellos también lo saben

café con leche con dos tortillas gruesas
en el diario una nota canta
la poesía es música…etcétera
ellos saben pensás

ahora empujás un pedazo de miga
con un sorbo de café que hierve
y los ojos te explotan de ganas de putear

llorás pensás
estás llorando
y no porque en el papel
reseñen la vida de una jovata de 85 años
que escribe poesía y que
gana premios. Más y mejores que vos

en cada lugar donde dice su nombre
ponés el tuyo, cada cosa que dice ella
la decís vos, aunque no estés de acuerdo
a los 85 ya vas a pensar así – pensás
vas a ser un viejo puto que habla giladas
en el fondo
ya sos viejo
y puto
y hablás giladas

Una vez recibiste un mensaje que decía
“tu poesía me hace vivir” / y otro día: / “tu poesía es una mentira”/
con eso basta – pensás –
no hay que decir más nada
al resto
lo saben ellos



Todo el tiempo me hablás de ella
como si yo fuera un maniquí al que podés vestir
y desvestir cuando se te da la gana
me mostrás
los poemas que le escribiste
las canciones que le escribiste
las horas del día que te reclinaste sobre tu sombra
con la guitarra en las piernas
en el patiecito de atrás de tu casa
o en el baño

Cuando colgamos el teléfono
imagino que salís al balcón/ mirás a las chicas descuidadas
que pasan con sus polleritas cortas
y sus piernas tersas/ después vas al baño
abrías la ducha y te desnudas. No quiero
ir más allá. Estando bajo el agua te acordás
lo que conversamos minutos atrás por el teléfono,
vos / sentado en el piso con las piernas recogidas
y apoyado contra la pared / acariciabas a una de
tus cuatro gatitas y me preguntabas si quería estudiar
en tu casa, con vos, con tus gatitas
y con el recuerdo de ella que es como una piedra
en el bolsillo

todos tenemos una molestia
una picadura / una mentira /
no lo sé /Creo
que no podría soportar a esas colegialas hermosas
pasando por la vereda de tu jardín - te contesto -
y para cambiar de tema hablo otra vez sobre ella,
no quiero entristecerte, ya sé, pero quizás esa sea
la única forma de que tus palabras
se dirijan a mi boca
a mis ojos
y a mi corazón enfermo.



Te buscaste las hendiduras
los caminos de hormiga
en el cráneo
te cepillaste los dientes
las manos las uñas
la falsa claridad del día
que empezó
te rascaste la nariz
los huevos las pelusas
del saco bordó
te figuraste un nuevo hombre
una nueva casa un nuevo
auto
le sacrificaste algunos archivos
a los infinitos dioses
de la internet
las fotos desnudos
los videos besándose
y también las otras
las de los amigos el bar
el tiempo perdido
eso
ofrendaste tu tiempo perdido
como si fuera lo mejor que tenés
para dar.

pero quién ha de quererlo
en estos días que llueve
y se corta la luz.

el tiempo perdido es moneda corriente
es como un río
como un embotellamiento
como la lluvia
cayendo sobre la cara del que camina
junto a los perros
que lo siguen porque sí
porque no sé
porque se imaginan que algo
esconde ese tapado bordó
que te cubre hasta los huesos
porque les da igual si el tiempo se pierde
o se permuta por un pedazo de carne

deberías aprender de esos perros
que no esperan nada de vos


Bioruido: Ezequiel Nacusse, 23 años. En la foto sale con los ojos cerrados porque es bizco. Escribe desde los 8 años también porque es bizco. Antes de ser poeta fue bizco. Si tuviera que definirse con una sola palabra diría...ah! pensaron bizco! pero no, diría plagiador porque es la mejor manera de no hacerme cargo de lo que van a leer a continuación.





Franco Bedetti





Tomábamos café sobre las ruinas del mantel del domingo.
Nos preguntábamos sobre el motor del deseo.
Eructábamos los condimentos del almuerzo.
Nos endurecíamos luego del postre y el sueño.
Teorizábamos una respuesta esquiva.
Alucinábamos tener nuevas válvulas


para dicho motor-enigma;
evitábamos hablar de Dios,
aún nos costaba entregarnos a las oficinas
esfinges oscuras de vidas huidas,
parábolas recias de un progreso suicida.


**************

Comprendió que el dolor era inevitable,
y ardiendo de entendimiento se entregó
al suave tiritar de finales
-bajo cualquier temperatura-
al si bemol de cruces fugaces;
que resonantes y fugitivas van
desde el pasado al congelador.

Va,
al colchón y a su musa almohada,
dice: “fumar causa cáncer,
y creo que el amor locura”.

La independencia de la manía,
en mi protagonista,
insta como tu mental ralladura de pan


a renovar la histeria,
como la distraída vida
que va sobre la solapa
de ese presente de libro corriendo,
de páginas
que tampoco saben dónde van:
pero no perecen.


++++++++++


Sube la fiebre, y subo esa escalera
que tiene un ESCALOnFRÍO para mí.
Suben las frazadas, sube el encierro,
sube la tontera, y este vómito barroco
QUE de tal tiene nada QUE no es poco;
subo al vagón Bagó tren moderno,
después de haber ido al Sinaí
a hablar con un matriculado-cura-enfermos.




Franco Andrés Bedetti:
Nació en Casilda el 15 de Octubre de 1993. Actualmente cursa la carrera de Letras en la Universidad Nacional de Rosario. Publicó algunos de sus poemas en el periódico La Senda, y en el fanzine El imperio de la Libelula.





Gustavo Oscar Zúñiga



- Un Ángel Cansado -

Ese ángel de la guarda
se cansó y renunció.
Mi héroe. Mi salvador.
Se fue y me abandonó.

Me dijo, antes de partir:
- Si puedes cuidar de tí
mejor a que lo hice yo,
a mi regreso será tuyo
aquel puesto, mi lugar sagrado,
en el eterno reinado.

Pero si no lo puedes lograr
el destino de ambos
será el mismo lugar.
Fosa común para dos
en el infierno infernal.

- ¿Por qué te vas de pronto así,
dejándome solo y condenado?
¿Por qué no quieres más cuidar de mí?
¿¡De qué forma te he fallado!?

- Joven, aun sin alas,
tu vuelas tanto como yo.
Y es que elevas tu mirada
a fuerza de imaginación.

Haces latir la galaxia
con el poder de tu amor.
Y liberas las mil batallas
con tu bondad y tu perdón.

Pero tu pena es tan honda
que ya no te puedo sostener.
Debes aprender a querer
eso que tanto sabes odiar.

- ¿Cómo me podría amar,
si veo en mí ello
que no puedo transformar?
Veo esa suciedad
de una triste sociedad
que no sueña con cambiar...

¿Quién podría así amar
a este pobre desdichado,
que pasa su vida apenado
muriendo y renaciendo,
como cada día el sol,
pensando inútilmente
que al menos, esta vez,
sí lo podremos lograr?

¿Cómo podría alguien tolerar,
comprender y, al fin, amar
a este insano ilusionado,
ineptamente esperanzado?

- Aprendiz, es por tal razón
que se ha agotado mi calma.
Me he sumergido en tu alma
y visto el mundo desde tu mirar.
Ahora ya no puedo soportar,
en la tierra, tanto pesar.

Pero en tí observé persistencia.
y una aguda perseverancia.
Y a base de fuerza y constancia,
tal deseo se hará sustancia.

Por ese miedo en mi seno
se me ha obligado a marchar.
Por ello en tí debo confiar.
Sé que cuando halles la paz,
será la paz...

  
- Destino de Galaxia -

En una de esas estrellas también miran hacia aca.
En una de esas estrellas mi pasado aun es real.
Sé que en alguna otra estrella también sueñan con llegar.
Alguien en aquella estrella me mira a mí.

Y no estamos ya tan solos.
La galaxia ha de aguardar.
Por que sea real mi partida
O lo sea tu arribar.

Si nunca estuvimos solos.
Sé por qué amamos arriba mirar.
Nuestro lazo de inconsciencia
Nos logra conectar.

El vacío de la galaxia se llenó con tal esperanza.
No quebrará una alianza que se refuerza aun sin saber.
Y es que una de esas estrellas nuestro sol mira en ilusión.
Alguien en aquella estrella también lo soñó.

- La Hoja Flota al Caer -

Cuando se cayó la hoja, yo la levanté.
No quería que, al pasar, alguien la fuese a pisar.
Qué marchita se encontraba esa hoja tan bella.
En el frío tiritaba. Creo que incluso quebró.

No veía la hoja más que al cielo de gris.
Y fue así que velozmente su pigmento opacó.
La hoja, boba, pensaba que era el árbol su vida.
Yo, despacio, le contaba de su propio existir.

Cuando se cayó la hoja, yo también precipité.
Si la miraba en distancia con la brisa danzar.
Ella lloró. Yo reí, para hacerla sonreir.
Ella rió, yo también. Cuando no me vió, lloré...

             ---
  
La hoja sólo me hablaba de todo eso que extrañaba.
Y yo sólo respondía de todo lo hermoso que hay.
Me decía que sufría el sentirse tan sola.
Hoja boba, no notaba de que yo le acompañaba.

Le hacía bromas sin gracia, que la hacían carcajear.
Jugué con ella en otoño, y en invierno le di calor.
La tapaba de la lluvia, le secaba el dolor.
Y le quitaba la niebla, que alguna vez la cegó.

Jamás me creyó la hoja cuando le hablé de su fuerza.
De que a otros, como a mí, nos daba un respirar.
Me escuchaba y se burlaba, desviando su mirar.
Mas, yo sé que lo pensaba. La pude ver resurgir.

Le mostré cómo flotar y a mirar más allá.
Y terminé por arrancar de su alma su temor.
Al llegar la primavera, retomó pronto su color.
Con el viento se me voló. Ya jamás regresó...

             ---
  
Cuando se marchó la hoja, todo de mí se llevó.
Si tanto le supe dar que en mí la nada quedó.
Aun estoy yo aquí, si tan sólo recordara.
Permanezco plantado donde ella cayó.


- El Amor de la Muerte -

La Muerte embelesada por la más bella mujer.
Enamorada de ella, la mujer más bella.
Así le fascinaba su manera de vivir.
Una joven tan preciosa en la forma de actuar.

Él, conocedor por hábito de todos los desenlaces,
jamás supo cómo formábanse los propios desarrollos.
Un ser inmortal e infinito, celo único a lo terrenal.
Nada nunca había antes su existencia turbado.

Simplemente alucinado por su insólito pensar.
¡Ella era quien supiera las palabras más hermosas!
Y cuando el frío la abrazaba sentiéndole acercar,
no comprendió la dulzura de su sonrisa al mirarle.

Del capricho a la lujuria y de la duda al desconcierto.
Quien hubo recorrido espacio y tiempo, sólo allí hallose ajeno.
Empero, pretender cambiar destino con el de alguno más
estaba aun más prohibido que el concentirse amar.

Tomó del tiempo para sí la eternidad de un segundo de ella.
Ella, oh, ¡tan bella! Privarle un segundo no sería excusable.
No lloró la ofusca Muerte, pues sus pardos ojos no viven.
Pero sí penó el pecado de debérsela llevar.

El ente detuvo el tiempo, sólo por reflexionar.
Se alejó del Universo al proyectarse a otro plano.
Desvió otro cometa en dirección a Su Tierra,
protegiendo todo aquello que, bien sabía, amaba ella.

Cesó su pausa finalmente, al aceptarse culpable.
Arrancó uno de sus ojos en señal de ofrenda.
Y aquella, que supo ser la más bella mujer,
se convirtió en la excepción borrada de la lista de la Muerte.


Tuerto ahora el caminante, no se le acerca ya más.
Mas, todavía la observa a una distancia prudente.
No desea sentir el enojo de su hermosa mujer amante,
De ella no es ira, sino pena, de a La Muerte condenar.

Ella, la mujer más bella, aun más que una estrella.
Nadie sabe si ella siente alguna gloria o tristeza.
La inmortal, dueña eterna de hermosura incomparable.
Hermosura en gritos que a la sorda Muerte hoy le implora acabar.



Mi nombre completo es Gustavo Oscar Zúñiga. Nací el 16/08/1988 (es decir, tengo 24 años) en la ciudad de Cinco Saltos, provincia de Río Negro. En 2001 me mudé a Godoy Cruz, en Mendoza, y en 2011 aquí a Buenos Aires. No tengo estudios de literatura, y lo único relacionado al arte ha sido en un taller de pintura, en el año 2012. Empecé a escribir y a dibujar en 2011, aun sin participación en concursos y convocatorias, siendo esta la primera.



Irene Seroni



respuesta equivocada
no pude ver que dentro tuyo estaba yo, y no habia viceversas.


Brownies


cerrar los ojos,


sentir fuerte las manos que abrazan.
abrir los ojos, asegurar mi cercanía,
 seguir esperando una palabra más.
cerrar los ojos,
adivinar la confianza escondida entre sonrisas.
buscarle sentido a los sueños,
sentir un beso.
abrir los ojos, verte
cerrar los ojos, verte.




lo pequeño de ser un electrón
empiezo a comprender
que soy una simple creyente de tus palabras
y no de tus acciones.





Para hablar de metalenguaje hacen falta demasiados colores y yo no sè si los tengo todos o si me falta un sol (fragmento)




Casi despierto. Normalmente ni siquiera sè de lo que estabamos hablando, pero eso no quiere decir que no te preste atenciòn. Me entretiene màs el sonido de tu boca cuando se abre que lo que te dijo ella mientras te dejaba, me gusta màs el movimiento de tus manos nerviosas que las ganas que tiene mengana de tomar el tè con nosotros. No es que me pierda de lo que veo, es que lo invoco diferente. Tu imagen no es igual a mis miles de imàgenes de la misma cosa, quizà deberìa dejar de darme cuenta cuando los momentos son importantes. Si me dejo llevar un poco màs, allà està el vacìo, allà està el sonido de tu voz, allà està mengana... y allà tambièn veo mis batallas perdidas, apoderàndose de lo que queda en la puerta de mis ojos.

-

Ràpido, para esconderse bien hay que encontrar un lugar demasiado simple. Cambiate el visor, sacate esos anteojos sucios, buscà adentro del placard algùn muerto que no sea nuestro, inventale un nombre a ese ascensor, encontrà tu tòtem, jugà demasiado, no creas en nada de lo que te dicen los que subrayan su nombre cuando lo escriben, pensà màs, pensà menos, creete dueña, atesorà el mundo, inventalo todo, desmayate, rompete, que te crezcan uñas nuevas, volà alto y sin escalas, conocè los fines, encontrà los ridìculos y paralelos, fallà en todo por un rato, creete reina de todo, caete mucho, decì fin, decì màs, decì que no hay nada, burlate de lo grande, burlate de la luna, mentile a tu dios, observà atentamente al abismo infinito quieto para ver si cambia y dejà de ser eterno. Ponele fin a las palabras. Corrè hacia donde veas un atardecer.
Pero no me recuerdes.



Irene seroni nació en bariloche en enero de 1993. Vivió allí durante 18 años, tiempo en el cual coqueteó con la música y el teatro intermitentemente. El escribir siempre fue parte de su vida, casi como un acto reflejo. Sus cajones guardan cuentos y poemas en prosa, que es lo que más disfruta crear. Actualmente reside en la Capital Federal, donde estudia Filosofía en la Universidad de Buenos Aires. Contacto: irene.seroni@gmail.com



Iván Hirschhorn


La lluvia viene a barrer

Cuando la cortina de lluvia
viene limpiando el horizonte
cambia el viento
y revolucionan los sentidos.
La tierra calcinada respira un poco
las almas se limpian, se refrescan
luego el aire se renueva
y se alivian las presiones.

Y cómo muchas cosas terminan
otras también comienzan,
hoy la lluvia es ese milagro
que andábamos necesitando.

Los espíritus pasean tranquilos
por las calles y por los campos,
todo el dolor que emana la tierra
todo el dolor desaparece
la vida sigue su curso
y es como el agua, fluye siempre.

(18)


Iván Hirschhorn es escritor, nacido en 1983 en Concepción del Uruguay, entre Ríos. En el 2005 pública en forma independiente su primer libro de poesía, al que titulaTiempos Descalzos y al cual sucederían en los años venideros otros tres libros publicados por el mismo medio. Posteriormente participa de la gestación y publicación de La Calor, revista de humor y poesía de distribución gratuita y dirige un experimento de creación colectiva llamado Gallito de lata. En 2009 crea junto a David Pietroboni la editorial y cooperativa de escritores Tinta China. En 2010 publica El mundo extraño en el que vivimos, su primer libro de relatos. Es miembro activo de la FLIA (Feria del Libro Independiente y Alternativa). En la actualidad se encuentra trabajando en la edición de Marginales, su segundo libro de relatos y en la grabación del disco de Algún Ente, proyecto musical del cual forma parte. Se puede tener acceso a sus relatos y poesía, así como a su obra musical a través de su página en Internet:
http://manipulandogenes.blogspot.com
http://myspace.com/juanaenmarte
http://youtube.com/user/algunente




Javier Piccolo


El que suscribe

el que durmió sin soñar
el que soñó que no dormía
el que aprendió a besar
sin cepillarse los dientes
el que aprendió a amar
pagando prostitutas
el que aprendió a pagar
prostituyendo su amor
el que no creyó en nada
para abrazarlos a todos
el que salió a buscar una brújula
y encontró su laberinto
el que apagó un cigarrillo
y se quedó a oscuras
el que mordió el polvo
antes de besar la lona
y se rompió los dientes
el que llegó al fondo de todo
y siguió cavando
para sembrar una esperanza
el que creyó que con las palabras
haría la revolución
y escribió un poema
para dispararle al hambre
el que perdió las garantías
el que garantizó el triunfo
con el respaldo de su propia espalda
el que sacude su mano
saludándolo atentamente
el que suscribe

Javier Piccolo
Abril de 2008







los otros
no son otros
son nosotros

Javier Piccolo
diciembre de 2009


niños asaltan juguetería
van corriendo
como dos bandoleritos
con el botín

más atrás
quedó la pipi
en el patio de tierra
saltando en una rayuela
uno dos tres
hasta caer en el cielo

niños asaltan juguetería
y también buscan
caer en el cielo
que es para uno de ellos
más o menos
cambiar la pelota de goma
por el tango número cinco
y para el otro
puede ser
un beso de la pipi
entre el espacio seis y el siete

niños asaltan juguetería
disfrazados del chavo
y del hombre araña
porque el chavo siempre zafa
y el hombre araña no vuela
pero casi

niños asaltan juguetería
y sueñan con la gran vida
que es como tirarse
ombligo arriba
contarse chistes verdes
y descubrirse haciéndose
una paja

niños asaltan juguetería
con pistolas de juguete
y el pañuelo que dobló mamá
para que lleven a la escuela

roban todo lo necesario
cerca de quinientos mil pesos
de un estanciero
y otros tantos dólares
del monopoly
para papá

una lotería
con los números arreglados
para que mamá juegue
como siempre
pero que esta vez gane

un transformer azul
y otro verde

la totalidad de los rasti
para construirse la mansión
en un país lejano
como china o rivadavia
que es donde vive el tío

una muñeca
con casa y tres vestidos diferentes
para la pipi

niños asaltan juguetería
y también buscan
caer en el cielo
pero entre salto y salto
el dueño de la juguetería
dispara una pistola de verdad
porque a los quince años
se olvidó cómo se jugaba
y la bala le da en la espalda
a
digamos
ezequiel
y
digamos
franco
dispara tres chorros
de agua
que dan entre los ojos
del dueño de la juguetería

niños asaltan juguetería
más atrás quedó
la infancia
y la pipi
saltando en la rayuela
solo que esta vez
en el último salto
en lugar de caer en el cielo
cae en la realidad


Javier Piccolo 
febrero de 2011

Para conocer a una mujer


para conocer a una mujer
primero que nada
hay que acercársele
despacito como a una palabra

no es necesario
preguntarle el nombre
basta con averiguar
qué infiernos cruzó
y si le han dejado cicatriz

no hay que requisarla
como si fuera culpable
de ser mujer
madre
hija
trabajadora
o desocupada
hay que
más bien
buscarle la comisura
de los labios
y meterse por ahí
sin contemplaciones
en el laberinto de sus dientes
quizás
si se hace con eficacia
se logre que sonría

hay que tener en cuenta que
no basta con
mirarla
hablarla
tocarla
olerla
probarla
conocerla

en el fondo
para conocer a una mujer
sobran artilugios

pero si realmente se quiere
conocer a una mujer
lo único importante es
preguntarle
sobre todo
si sabe
construir barcos
no importa si no puede
construir una galera
o un crucero
siquiera importa
que sepa construir
una lancha
o un velero

pero
para mí
tiene que saber
construir un barco
aunque sea de papel
o de cáscara de nuez
un barco en fin
donde podamos navegar juntos
remontando mares dulces
o arroyitos de montaña
para terminar naufragando
en la isla más desierta
de la acequia del barrio

como ven
poco importa lo demás
lo verdaderamente necesario
o por lo menos
lo que más me interesa
no es conocer a una mujer
si no encontrar
una compañera
que comparta
mi idea del naufragio


Javier Piccolo
febrero de 2011


Vida y sobras

            Nació el día 29 de febrero del 84 y desde ahí se enojó con el calendario gregoriano. Ha aprendido a festejar cumpleaños salteados pero no a madurar.
            Aprendió a ir al baño solo antes que a leer y de ahí debe haber salido la idea de realizar la performance “Literatura de Toilette”. O quizás esa idea salió de pedirle a su madre algún relato mientras le cambiaba el pañal, pero de aquello no se acuerda.
            Una vez publicó un libro. Dos veces editó revistas. Unas tantas participó en antologías. Dice que le gusta la prosa pero le sale más la poesía.
            Jugó a la pelota en la calle, fue a la escuela, tuvo amigos, tuvo perros, tuvo novias, leyó, escribió, comió y bebió.
            Juega a la pelota, va a la escuela, tiene amigos, tiene una gata, tiene una compañera inseparable, lee más de lo que escribe, come más de lo que bebe, debe más que lo que come, tiene sentimientos y está dispuesto a usarlos.
            Lo demás es pura literatura.



  Julia Enriquez





me dicen que lo vieron a mi ex jalando lanza en el parque
ése, el que me echaba de la casa una o dos veces por semana
a las siete de la mañana o a las once de la noche

cuando me iba a dormir en mi cama horrible
con la peor angustia de todas, pensaba
“lo más parecido que tengo a tu mano es mi mano”

lo más parecido que tengo a tu mano es mi mano

ahora sólo me quedan pensamientos incompatibles
poemas que se contradicen
“la tristeza durará por siempre”
me parece un pensamiento optimista
podré enamorarme de nuevo

************




toda una vida paralela:
los mails que recibo,
las cosas que no presto,
las que no quiere que le explique,
la censura del que se queda
solo

****************

incurable
no me puedo confiar de los días
no me puedo confiar de mí
que todas las tardes digo que voy a cambiar
y no cambio
se hace más de noche
llega el momento que más me gusta de toda la jornada
(porque son casi eso, jornadas)
o el que más me gusta de toda la vida
pero tal vez a la mañana siguiente
despierte del mismo sueño
las nuevas pesadillas
vuelva a llamar a todos los que no tenga ganas de ver
me deprima
fume demasiado
piense sobre algo que no pasó
sobre lo que pasa
lo que aprendo
lo que ignoro o no logro conocer
lo que quiero que empiece a existir
así, con las piernas cruzadas
con todo el cuerpo hacia la suerte
el destino                                                           
o lo que sea que nos mueve

*****************

me gusta la gente muy cebada con ser sí misma. no necesariamente por extravagantes, sino por responder a un núcleo de actitud que andá a saber de dónde carajo salió. los re admiro. yo me siento (me diagnostico, y se lo cuento a todos) con lo que llamo "baches de personalidad". a veces no sé ser. me quedo callada.

en la cocina, freak 1, freak 2 y freak 3 acordaron que el libro o disco sobre todo esto se va a llamar "anoche soñé que explotaba mi galpón

************************


mi mala onda es de resentimiento o de malcogida
no voy a mentir
resentida y malcogida muchas veces son lo mismo
recién ahora empiezo a conocer mi buen humor
ja
malcogida
la adolescencia fue útil pero estuve muy equivocada
no debería haber pensado que estaba en lo cierto
las veces que me mostré soberbia
no debería haber llamado tanto a la angustia
siempre ida a otro presente
nunca en el real
una cosa horrible
así que ya saben, si los traté mal era por no saber coger
o por estar todo el tiempo intentando arreglar el pasado
dos cosas horribles
la conciencia es un regalo inigualable
nuestro primer impulso es repudiarla


Julia Enriquez nació en Rosario en 1991. Es traductora técnico-científica y literaria en inglés por el Instituto de Educación de Educación Superior Nº 28 “Olga Cossettini”. Ha realizado traducciones para las publicaciones de Adrián Villar Rojas en la Bienal de Venecia 2011, dOCUMENTA 2012 y otras exhibiciones en París, Nueva York y Londres. Asimismo ha realizado tareas de traducción, corrección y revisión de textos para Editorial Ivan Rosado, Claudia del Río, Mariana Telleria y Fabio Kacero. Ha asistido a talleres de escritura con Daniel Durand, Rosario Bléfari, Fernanda Laguna y Damián Ríos. En 2011 publicó la plaqueta de poesía “Futuro brutal” por Editorial Un ninja sin capucha es un poeta, La Plata. En 2012 publicó su segundo título de poemas, “Nuevas pesadillas”, como parte de la Colección Brillo de Poesía Joven (proyecto premiado por Espacio Santafesino 2012), Editorial Ivan Rosado, Rosario. Desde el 2010 hasta el 2013 editó de forma autogestionada e independiente el fanzine de poesía “danke”. Ha participado en recitales de poesía y ferias editoriales en las ciudades de Rosario, Rafaela y Buenos Aires. En septiembre de 2012 representó a Argentina en el World Event Young Artists realizado en Nottingham, Inglaterra, donde presentó sus poemas y ediciones. Actualmente estudia la carrera de Licenciatura en Filosofía en la Universidad Nacional de Rosario.





Lautaro Nahuel López Geronazzo


Inacabada
“Qué es la magia, preguntas
en una habitación a oscuras.”
Leopoldo María Panero


Otra vez soñé con ella,
Otra vez soñé conmigo,
Otra vez y otra!, otra!, otra!.

Hasta que ya no quede nada,
hasta que ya no quede nadie,
hasta que este yo solo,
hasta que ya no esté yo vos.

Que quede sólo tu ausencia,
ausente de sí misma, radical,
austera, inerte, incomoda,
impropia, impávida, inexistente,
infeliz, inacabada, inanimada,
indiferente, indiscreta, insoluble
interminable, intrincada, insípida,
instalada en lo más profundo de mi ser,

despabilado, desviado, desenterrado,
deshilachado, desinteresado, desarmado,
descorchado, desmembrado, dinamitado,
demasiado duro de dramatizar, días
de donde de dudas distintas desmienten,
diarias desilusiones donde de vos

no queda más que tu desamor
hasta en sueños ajenos, donde
deberías dejar descansar desgraciados
de vos misma, que estas ahorcada por tus yos,
en una sala anti-mis, dejándome pensar siempre
lo mismo que pienso desde que te conocí ¿Por qué?.



Feriado otra vez
"La pena que me haga partir, la misma me hará regresar"

Jorge Drexler

Su suspiro fue una brisa, sus manos dos pétalos,
se silenció la música, el arcoíris se hizo gris,
los sabios no entendieron, los labios tampoco, los buenos son malos,
estalló el corazón en mil partículas que flotan.

Los ángeles se vendieron, las ninfas son brujas,
la luna no es de queso, los muertos no reviven,
la magia es un truco, las mentiras son palabras,
el cielo es triste, la lluvia son mis lágrimas,
la soledad abarca todo, los mimos no ríen,

los payasos lloran, las princesas son putas,
las mañanas son fétidas, las mujeres no vuelan,
los trofeos son de pasto, las cuerdas se quiebran,
el tiempo se para, los mortales desesperan,

el espejo refleja deforme, los celestinos nos ignoran,
las profecías son falsas, Dios no existe, la vida es muerte,
el reloj no deja de decir tic-tac, los mares son de angustia,
los feriados se trabaja, el amor es un invento,

las personas se detestan, los locos están cuerdos,
los actores no entienden, las musas ya no inspiran,
los manifiestos son utópicos,
los héroes se nos mueren en las manos,
las dentaduras se nos salen, las cosas no tienen sentido,

los acróbatas se caen, la belleza nos odia, todo es imperfecto,
los poros destilan sangre, las personas nos reviven y nos matan,
las flores se marchitan, las anomias son normales,
los abalorios no nos cubren,
el agua no moja, el fuego no quema, las miradas no se cruzan,

los sueños duran poco, el olvido se derrama,
las sonrisas son fingidas, las balas no nos matan,
los miedos nos deshacen, las palabras no se entienden,
los artistas no conmueven, la duda nos persigue, la tierra se detiene,
los perfumes son baratos, las arterias están rotas, las preguntas nos asechan,

la inspiración es inútil, los sonidos no se escuchan,
la naturaleza se corrompe, las estrellas nos recuerdan que jamás,
bajo ningún aspecto, debemos entregar todo, porque el destino está escrito,
no hace falta más que morir para entender esto,
mañana me iré lejos de acá.......


Los habitantes de la nada
"Jamás penséis que una guerra, por necesaria o justificada que parezca, deja de ser un crimen"
Ernest Hemingway


Sus pulmones vomitan humo,
su corazón es un dólar,
la televisión los encapsuló
como una bóveda
y ahora andan lamiendo
cerraduras por miedo a perder la llave,
como si lo único que valiera
es el metal que hay en las venas.

Vivimos en falsas democracias
y quizás una igualdad total es imposible,
Ayer el agua se tragó a cientos,
mañana la guerra se tragara a miles,
como si no fuera suficiente ya
saber que somos polvo, que somos nada,
que somos nadie.

¿Qué pasaría si la humanidad no existe?
lo más probable es que el azar seguiría su destino
las rocas forjarían su camino,
el viento soplaría más fuerte acá o en Marte
la muerte seguiría rondando
pero sin nadie que la espere
y el olvido no tendría nadie
que lo aguarde, que lo recuerde.

Somos millones de cuerpos que se han
fundido hasta hoy, los hijos de lo absurdo.

Y las pupilas detenidas, siempre detenidas,
en un futuro que no llega y en un pasado que se fue.



Hacia la nada a nadie
“Cuando la lluvia tenue detiene los recuerdos
sobre el mar solitario; cuando el tren ha pasado
dejando en los durmientes sus metálicas furias;
cuando tiembla el almendro tocado por los muertos;
cuando la breve música te borra las distancias
y silencioso escuchas que tu cuerpo ha partido”
Miguel Arteche
Mi cuerpo hace metástasis en la nada,
mi ser estalla en mil pedazos blancos,
mis dedos cortan las matrices de tu rio,
detono el aire que respiras y aspiro tu desdicha,
me estampo contra muros invisibles,
desequilibro la balanza, estornudo a tu olvido,

me enamoro de las nubes que me cruzan,
disparo sin premeditación a tu semblante,
acaricio el impávido destino que te espera,
predigo el futuro advirtiendo el pasado,
manipulo las caricias necias del "no entiendo",
no creo ni una palabra de lo que digo,
a menos que sea yo.

Desdibujo la sonrisa de los mártires,
escondo lo plausible, leo lo no escrito,
meso mi propia cuna y me abrigo de tu frió,
descarrilo el tren de mis derrotas,
me complico con la nada,
escurriéndome del todo,

deliro delirados pensamientos,
acobardo a los valientes,
enfurezco a los tranquilos,
amedrento a los traidores,
dejo constancia de una crónica olvidada,

En este escrito, estas palabras, estas letras,
para nadie o el que lo lea, no importa
si se encontrara en desafortunado lugar y momento,
no importa que no entienda estos versos,
no importa la escuela que está escrita,

y menos aun su ideología, ¿qué espero de vos?
nada al igual que de mí, me encabrito y termino.
te espero en mi almohada,
después de sucumbir a mis sueños....



Beso

"La súbita luz de este conocimiento,
surgido en medio del horror,
obró un efecto extraordinario en mí"
Henry James

Ningún beso vuelve dos veces,
el tiempo nos consume lentamente,
reflexiono más de lo que vivo,
si espero mas quizás me aguarde nada.


Todavía le temo al reloj y la nostalgia,
a perder la huella que me gusta,
a que las miradas no posean el misterio
y me encuentre solo cantando al cielo,
al filo del abismo de rutina,
con el sabor falaz de una boca.


Espero refractar momentos infinitamente,
buscar eso que no encuentro.


Esta noche miré a la tierra
y besé por segunda vez a los mismos labios,
con las mismas ganas y el sabor a miel
de tu obscura sombra en un recuerdo.



Lautaro Nahuel López Geronazzo
Nací  un 9 de Enero de 1989 el primer año de vida lo pase en “el Toro” Susques ya que mis padres eran maestros rurales en esa región, luego volvimos a  San Salvador de Jujuy y vivimos hasta los 5 años en el barrio San Pedrito, en 1994 nos mudamos a Reyes y Nació mi única hermana Camila.
Realice toda la primaria en la escuela Monteagudo y Belgrano( con alternaciones entre una y otra) primer año del secundario lo realice en la  E.E.T. Nº 1, pero al ver que el dibujo técnico no era lo mi me cambie al Colegio Nacional Nº1 donde termine mi secundario, con una gran afición por la literatura y la historia.
Al ver que no podía ir a Tucumán a estudiar Licenciatura en historia por problemas económicos decidí estudiar la Licenciatura en Antropología en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales en San Salvador de Jujuy, al mismo tiempo que empecé a tocar la guitarra de manera autodidacta.
En los últimos 5 años y medio me dedique a mi carrera la cual estoy por terminar especializándome poco a poco en el área de zooarqueología.  Y al mismo tiempo me dedique a la escritura y la música.




Leandro Barticevic

Yo podría enamorarme.

Yo podría enamorarme del chico de la verdulería que me atiende como si fuese su mejor cliente y siempre elije los mejores tomates para mi ensalada. Una vez me guiño un ojo y yo me hice el desentendido: con lo que está dicho que tengo posibilidades con él. Pero me gustas vos que ni me registras y una vez te mire un montón en el boliche y vos ni cuenta.

Yo podría enamorarme del estilista de la vuelta de mi casa donde voy mensualmente y me hace unos cortes que ni te cuento y cuida mi pelo como si fuese el de él. Y a pesar de que le pago para que así lo trate puedo asegurar que lo hace más bien porque algo siente por mí: con lo que está dicho que tengo posibilidades con él. Pero me gustas vos que ni sabes que vivo al frente de tu casa, y que la ventana de mi balcón da justo a la ventana de tu cuarto y te miro todos los días cuando entras a tu pieza con el pelo húmedo y tu cuerpo cubierto con una toalla enroscada en la cintura que dejas caer para empezar a vestirte.

Acá.

Me gustaría tener sus ojos acá, su pecho acá, sus brazos acá. Sentarme en el suelo en pose india y tener su cabeza sobre mis piernas. Dejar que el viento nos despeine, ver como se enmaraña la tierra en su cabeza revuelta de tarde.

Sentirnos aborígenes con nuestros pies descalzos sobre el pasto. Toda la ciudad atrás, ya distante. Pensarnos salvajes lejos de los taxis y los colectivos y la gente, sobre un parque de sutil arquitectura neo. Vernos como analfabetos liberados de las burocracias de las civilizaciones, mientras nos miramos y caemos en una cursilería de gestos, de pequeñas miradas cómplices; sumergidos en un pedacito de verde perdido entre tanto urbanismo enardecido.

Enredar mis dedos en sus pelos, ver como se anudan mis manos en sus rulos, sentirme atrapado, que él me reclame que lo suelte. Todo irá sucediendo mientras el sol se va por detrás de las islas, ese río crecido trae ramas, este árbol se desprende de una hoja.

Podría.

Hoy podría a ver sido un día de sol, para no pensar, para perderme en las islas del Paraná y no pensar, quedarme en la lontananza encandilado y no pensar, pero no: llueve. Yo miro el agua caer en el balcón y la siento aburrida sin vos. El balcón se inunda y hace flotar los filtros de los puchos de anoche. “Algunos son de los que te fumaste vos”, pienso y me dan ganas de abrir un porroncito por más que no haga ese calor digno de porron.
Por momentos pienso que nuestro precario juego de noviecitos hubiese merecido su final de película indi: subirme a un taxi y seguirte o gritarte que no te vayas en plena avenida, pero claro, con el charme clásico de una estrella de hollywood.
Me hubiera gustado que se jugaran otras cartas, no se... menos cuatro de copa y mas espada, o que hoy haya sol, pero no, sigue lloviendo.


Primera cita.

La ultima cerveza que me permití tomar la tome con vos. Estábamos sentados uno al lado del otro sobre el parque, los hombros pegados. Me acuerdo la primera vez que sentí tu nariz sobre mi cuello. Me olías sin conocerme. La ventana entre abierta, el frio que entraba y nos tocaba un poco. Tu remera musculosa mal cortada como harapos de tela sobre tu pecho. Yo te miraba ir y venir, intentaba retener tu imagen mientras tomaba cerveza para tapar los baches de silencio entre oraciones bizarras.

Nos dormimos acurrucados con los ruidos de los autos, acunando nuestros cuerpos con la calma que la ciudad ofrece de noche como un cuenco de agua zen entre tanto urbanismo enardecido, religiosa meditación compartida.

Ahora te imagino sentado en ese rincón y voy a hablarte aunque no estés, pero no quiero que se me haga hábito el ritual de adorarte.


Cuando se despierta.

El se despierta, se abre espacio entre las sabanas, altera el orden de los pliegos, genera nuevas formas en la cama. La lluvia que caí y moja las sabanas sobre este colchón de sábado. Este sexo de armario que empieza y termina en la marihuana, en textos de Gramsci. Un movimiento enardecido y precoz. Una dialéctica de falsos enamorados entre estómagos vacíos y discos de Stan Gets. Estas ganas que se disuelven entre música para seudo-indie y una tribu de jóvenes radares. Un divertimento que empieza con aroma a café con leche sobre un cobertor roza. Es esta mañana de octubre entre las 6.30 y las 7.45.



Leandro Barticevic. Nació en la ciudad de Monte Grande en 1987 (Provincia de Bs. As.). A los 15 años se mudo a San José de la Esquina (Provincia de Santa Fe), el pueblo natal de su padre. Al terminar el secundario se traslada a la localidad de Rosario para continuar sus estudios en Comunicación Social, ciudad en la que reside actualmente. En el año 2008 la editorial Porteña “Dunken” publica su primer texto en una antología titulada “Fuego de palabras”. En el años 2009, la misma editorial, publica un nuevo texto en el libro “Extraña pertenencia”. En el año 2012, edita la revista Rosarina “Quiero que gustes de mi”, revista que aborda desde diferentes paradigmas las problemáticas del colectivo LGBTIQ. En el año 2010 comienza a editar el blog “Salvaje Mundo Frívolo” (salvajemundofrivolo.blogspot.com), cuyos textos han sido recopilados e incluidos en la obra de teatro “Quiero que gustes de mí”, dirigida por Gustavo Di Pinto, con fecha de estreno el 6 de Septiembre del 2013.


  


Maián Brog


I

Me duelen los labios ojalá fuese por besar. Pero la realidad es que hace tanto frío. Me duelen los huesos, las manos, las palabras que susurran tus ojos, me dolés como mil espinas que se asoman por debajo de la piel.

II

Fumaba opio en el sillón del zaguán mientras miraba pasar a una paloma que comía migas de pan en la calle mientras miraba fumar al hombre en el sillón del zaguán que miraba a la paloma comer migas de pan en la calle que lo miraba fumar en el sillón del zaguán. Pasó en un cuarto de segundo. Se miraron. El hombre fumó. La paloma comió. Se miraron. El hombre suspiró. La paloma voló. ¿Dónde está la mirada casual que se daban en una tarde de otoño cualquiera? Tal vez se fue con el humo, o con las migas del pan, o con la paloma. - no creo - O con el hombre, adentro. Pero es imposible encerrar una mirada. Como es imposible encerrar un sueño. También es imposible saber, por qué, con qué razón, se contó alguna vez la historia del hombre que fumaba opio en el sillón del zaguán mientras miraba pasar a una paloma que comía migas de pan en la calle mientras miraba fumar al hombre en el sillón del zaguán que miraba a la paloma comer migas de pan en la calle que lo miraba fumar en el sillón del zaguán mientras pasaba tan solo un cuarto de segundo.


III

- ¿Qué estás tratando de entender? - pregunta la voz sin rostro; desde el fondo de la oscuridad que ahora todos percibimos surge la otra voz que responde:

- El eco del sonido del silencio, la estrella que cae y estuvo muerta antes de que naciera, el olor del recuerdo que trae el viento, ese que primero tuvo que ser marcado a fuego por el olvido.

- No tiene sentido - replica la primera

[Pausa]

[Una cuchara choca contra el borde de una taza de porcelana llena de café; dos cucharadas de azúcar, unas tres gotas de vainilla]

[La segunda pausa]

- En las sombras no hay más que eso

pero en las luces hay tantas sombras
y entonces
que pena
salir a buscarte por error cuando estaba en otra cosa
con una mano en el pecho y la otra en alto clamando:

Sí, juro

- [Silencio]

- No tiene sentido. Pero todos están ahora tratando de comprender por qué mi locura me dicta estos versos.

La densidad de la oscuridad las tragó a ambas.

El telón invisible ahora se cierra.


Brog Maián 20 de mayo de 1994. Casilda, Santa Fe. Estudios secundarios completos en el Colegio Nuestra Señora de la Misericordia; Casilda, Santa Fe Estudiando Licenciatura en Letras en la Facultad de Humanidades y Bellas Artes, Rosario.


Marianela González López

I
“En plena madrugada entendí que
Tu mejor regalo fue a veces dejarme que me vea con tus ojos.
Ahí nunca vi una mujer insegura,
Tampoco tan imperfecta como el espejo me decía.
Ahí vi una mujer siendo amada,
En detalles, sin prisas, a pesar de todo...
Porque a pesar de todo: vos me mostraste que no estaba tan rota,
Que aún había esperanza,
Que era digna,
Que podía volver a empezar.
Vos me enseñaste a ver...me”

II
“Te escribiría mil frases, versos y estrofas enmarañados,
Popurrí de palabras y acordes un tanto desafinados;
Vos sabes, mi amor que la música no es lo mío.
Así que robaría melodías si eso te acercara centímetros a mí.
Sin dudas me arrojaría al abismo
De querer conquistarte con palabras de amor,
Pero lo más seguro es que encontraría la muerte,
En el juego de esas palabras vos sos un experto.
Así pasan mis días,
Ciclos sin fin en que te busco de cualquier modo y no te encuentro,
No consigo que estés ni un ápice más cerca.
Maldita suerte esta la mía de no poder componer ni una frase,
Verso, estrofa,
Melodía o palabras de amor.”

III
“¿Cuándo empieza la eternidad?
¿Qué la delimita?
¿La quietud de la tierra? ¿El silencio infinito?
¿Los astros?
A mi la eternidad me encontró en la cama
A mi la eternidad me encontró a tu lado,
Inquieta, ruidosa, e iluminada
Por la luz que vos irradias.
La eternidad entonces puedo decir,
Y saber que no me equivoco
La eternidad somos vos y yo
Bajo las sabanas, nuestro santuario,
A media luz, hablando, Cerati y risas;
Un ambiente natural que es como pólvora para nosotros,
Provocando incendios;
Y así fuimos,
Directo a la eternidad un domingo a las 9 de la noche.
Lo cotidiano ya no es asunto nuestro.”

IV
“Se desenroscó la cabeza y corrió a buscarla,
Llevaba tanto alejándose de lo inevitable,
Y con tantas vueltas
¿Qué mas se espera que un mareo?
Ella, puedo decir yo,
Ya estaba muy lejos,
Sin embargo mi reloj marcaba que el momento llegaba;
Y por dentro: sonreía.”

V
“Ando con ganas de enamorarme,
De enamorarme estúpidamente,
Como en las películas, como en las canciones,
Como a algunos pocos,
Con esas ganas locas
De cruzarme el océano pacífico a nado por mi amor,
De arrojarme al vacío porque él me espera debajo,
De hacer lo que sea por él,
Sin miramientos, sin dudas, sin vacilar,
Ando con ganas de encontrar un amor.
¿Nunca te pasa?
Te despertás a la mañana y decís:
Hoy va a ser el día.”


Me llamo Marianela González López, tengo 24 años, soy de San Luis, capital; actualmente estudio abogacía en la Universidad Católica de Cuyo, me quedan 6 materias para recibirme, en la actualidad participo activamente de Acción Poética San Luis; donde a su vez junto con amigos dictamos un taller literario para incentivar a todos los jóvenes que quieran participar a buscar el escritor que en todos nosotros habita; de chica participé en un concurso literario con la consigna de terminar un cuento realizado por Alfaguara salí 4ta, desde entonces y con mayor entusiasmo supe que escribir era de las cosas que me llenaban el alma. Amo escribir y leer, y en eso se resumiría un día perfecto para mí.


Pablo Arraigada



Persiste

Llega la catarsis
en que cada palabra tiembla,
siento como se revuelven
ideas y gases en mi cuerpo.
Rostro triste, que cae
sobre un papel,
se dibuja en lápiz
con una leve sombra de barba.

Duerme aunque sea
para que se relaje el cuerpo.
hacé caer los párpados
y no ahogués el bostezo.
quiebra la calma
que agita los álamos,
sucio viento desde el río
que eriza la piel.

Brazo desnudo de la ternura
con que lo besabas por las noches,
antes de la última caricia
no negués un lugar en la cama.
Lava bajo el sol las penas,
los suspiros constantes de desesperación
mientras el temblor recorre las palabras
en que el deseo persiste


Pacto en lo oscuro

Hacé un asco con mi boca / no implorés otro perdón / quedate de costado en la cama / no muerdas la sombra que te da de comer / cerrá la puerta de la heladera / porque me harté del olor a milanesas / hacete una marca junto al fuego / reventá la ampolla / con el alfiler que tenés en el ovillo / no le des de comer / a la sombra que te muerde
el cuello
con fragancia a fruta,
con tu vena marcada
y esa cadenita de oro blanco
que te regaló la abuela.

Duermo en tu pecho,
lo uso de almohada,
siento a tu corazón, cansado,
lo beso, me lleno de goce
y un corazón apagado se me escurre de los dedos / veo la sangre caer por el balcón / bañar a los peatones / pero sos vos la que se sacude en el colchón / la que busca entre mis piernas / y se roba mis tristes gemidos / me atás a la cama / con tus palabras en silencio / mientras las sombras nos envuelven / en un abrazo cerrado, frío, final
            pero ya no estás
                        ni siquiera cerca
                                   de llevarte mi deseo
                                               a las tejas del techo
Despacio, despacio, me duelen los dientes de las sombras / que ayer me dieron de comer.


Madurez

Crezco a cada instante,
incluso me hago un oficio de amaneceres,
no mido el tiempo
y mido muchos centímetros más
que ese día.
Apelo a la risa,
busco la lluvia
donde se esconden las lágrimas,
esquivo la pregunta,
aminoro el recuerdo,
doblo lentamente,
muy
lentamente
cada uno de esos rostros que son uno
y ya empiezo a recordar
de manera
más vaga.

Desde la ausencia que se hace dios
y es eterna,
desde saber que no está,
busco el memorial
y encuentro los olvidos,
amargo gusto te deja
no tener.

No insisto, si sigo
me mareo,
si no raspa no hay barba,
no hay roce con quien se fue,
no hay padre si está muerto,
hay hijo
y no se hace llamar hijo,
no se llama ni lo habla
y se calla
y ya no sigue.
Hay tanto camino, por todas partes,
la guía es infame.


Calor
Distraigo
los ecos
chocando contra paredes,
aun mudas y de cristal.

Amputada
de la fuerza,
amputada y sin brazos,
cuerpo sin extremidades,
al extremo
de tu boca,
amputada de besos,
de la saliva
que busca gargantas y noches.

Empiezo a vivir
entre tus piernas
la vida
de la carne indecente.

Calor,
se pasea sobre la piel,
y tus olores me queman
hasta en lo profundo
de la medianoche.

Haceme un pasado,
al menos el olvido
de tus viejas caricias
que devoran las horas.

Haceme amor, sangre o lágrima,
haceme juguete de tus deseos,
de preferencia,
los más sucios.

Bestial
es la profundidad
en que se pierden las sombras,
todas las sombras,
mientras la luna, desde arriba
no se inmuta por quejidos ni abrazos.

Probando la manera
en que dos cuerpos
venzan la gravedad,
así es más divertido
el calor
y el sudor
de esta noche.



Pablo Arraigada nació en San José, Entre Ríos, en 1985. Intento de ensayista, se siente raro cuando lo definen poeta y sufre mucho para terminar sus cuentos. Licenciado en Letras (UBA), ha participado en antologías de poesías y narrativa breve. Participa del programa radial Toma el tren hacia el sur: recorriendo los caminos del rock, en el aire desde hace ya dos años.


Pamela Stemberger



Este dolerme el pecho
como rama sin árbol,
como globo sin aire,
como mano sin brazo.
Decime
qué se hizo de aquella infeliz
de rodillas sucias, manchadas
y vestido arrugado que jugaba
como un chango más
entre los changos del barrio.
No sé qué viento sopló
por este lado, no sé.
Pero sacudió todo y me trajo
a esta desconocida.


V

Ella se come su piel muerta
y pide perdón.
Una señorita no debe
andar con la vida a la miseria.
Y si la vida es una miseria, que no se note.
Pide perdón varias veces y escupe.
Confiesa que ha tenido pensamientos pecaminosos
con el vecino y la amiga
y que ha pensado en tomarse
las pastillas de mamá
junto con las de papá.
Pide perdón. La lista se engrosa
y muchas cosas se repiten.
Pide perdón, pide perdón.
Tiene curiosidad por saber
qué hay después pero no se anima
y también pide perdón por eso.



Soy mujer y varón
que sabe cuándo poner la concha
y cuándo el culo.
A veces soy enfermera, colegiala
o maestra pero siempre
madre y padre trabajador.
Y aquí estoy
con mi boca,
mis brazos,
mis piernas
y todo mi cuerpo abierto
como una cartera arrebatada y descosida
a la fuerza.
Quien coma y beba de mí
no tendrá hambre ni sed jamás.



Los susurros de mi mujer pueden tapar
la marcha de los autos afuera.
Es más potente el sonido de su piel
rozando las sábanas,
transpirándolas, agitándolas.
Cuando no hay quién las mueva,
ella sueña, imagina otras sábanas,
otros días, otras noches y piensa
que sería cálido zambullirse
en un entrevero de brazos y piernas.
Sería como sacudir el mundo
y perturbar todas las siestas.

Pamela Stemberger (1987, Salta)
Vive en Jujuy desde su infancia. Es Profesora en Letras egresada de la Universidad Nacional de Jujuy, en donde actualmente cursa el Doctorado en Ciencias Sociales. Ha publicado cuentos y poemas en revistas y antologías: ONCE: Salpicón de poesía jujeña (2011); Sumergible: antología del Primer Festival de Poesía Contemporánea Jujuy (2012); La suavidad del dolor. Antología de poesía y narrativa (2012); Palabras Pintadas (2012).


Silvina Chacón




A la familia Goyochea

Regreso.

Buscamos los retazos de los jirones
pedazos de aquello que nos pertenece.
Los que quedaron hablan.
Los retazos se cruzan en un coro monocorde
un coro de una voz.
La del silencio y  la amargura.

Despliegan y repliegan
las imágenes y el tiempo
las preguntas sordas
arrojadas como el rayo
de la última tormenta
en la última noche.

Regreso.

A juntar las cuerdas que anuden las pulsiones
del latido fracturado.
Nosotros.
Nacidos del  machetazo
de la muerte
de la ignominia.

En el camino un árbol.
Se subleva y se expande
sus ramas se levantan
hacia la raíz –la que no está.
Y cruzan los pedazos
desandan la memoria y dicen el presente.

Adela. José Luis. Nelly.



Un hijo 
reclama su nave, la nave entiende
se debe al hijo y 
lo acuna lo lleva
en su vientre viaje y
sonríe y declara
hay viento, nos lleva buen viento.

Un rumbo, dos rumbos 
la nave una nuez, se parte y sonríen
felices los ignorantes.

No el viento, hijo. Yo.
Yo sostengo las velas blancas y 
también sostengo las velas negras.

Asombro y gracia es el hijo.

Detrás el vendaval.  

Suspira la madre
arría bandera,  iza bandera
el hijo el mástil.

¿Hasta dónde madre? 
¿Hasta dónde hijo?

Una mañana  de naves 
ligera,  la nave busca viento
un soplo extravío o soplo de fuego
y ella mira la hiena parida.

Relámpago.

En el mar se hunde un relámpago y
sabe cómo.
Como cortar las amarras.


Fragmentos de una biografía apócrifa
Silvina Chacón,  clase 81. Nacida en San Juan, radicada en La Rioja. No lee desde los 3 años como algunos escritores virtuosos, ni mucho menos escribe desde semejante  edad. Cierto es que hace más de 15 años, furtivamente, ensaya poemas. Y lo sigue haciendo, evidentemente.
Transitó el profesorado de Letras; un pequeño título  le sirve de prueba. Durante  algún tiempo se dedicó a promocionar la lectura oficialmente, bajo el  ala del Plan Nacional de Lectura.
En el año 2011 ganó una beca del Fondo Nacional de las Artes para realizar un taller literario con la poeta Diana Bellesi.  A partir de entonces, junto a otros compañeros de taller, forma parte de SUMA -grupo de poetas independientes- que nuclea a varios riojanos, tucumanos y catamarqueños, también dedicados a jugar con el lenguaje.


Sofía Rodriguez Mariño


Las Furias

1.
Entro al momento de lucidez insoportable. Cuando se mira lo que concierne al devenir –solo a éste- las almas se vuelven, solas, sin brazos o con trozos desmembrados, a sí. Una madre siempre te abraza, besa tu blanca frente y afirma, esquivando los deseos de tu jovial niñez, que sus lazos de carne con ideas absolutas te aferrarán a la silla de acero que te ha aguardado en su eterna cocina. Así, cuando otros brazos buscan envolver tu nuevo rostro, aún plagado de la misma vejez, la voz retorna hacia todo jardín: allí la ciudad perpetua, el resplandor férreo y un paraíso de soledad mutilada que corresponde al nuevo amor.
La madre grita al cielo rojo, sus miedos desprenden la última agonía sobre sus suaves piernas donde sostiene a su niña desnuda.
La niña no responde.

2.
Me habían prometido un gran amor
como agua de bosque
como fuego y bosque
En su lugar cadenas de fuerza,
pastillas y sueño
La tarde, la noche, el día
La tarde la noche el día

Duermo helada. No duermo
sobran los tantos fantasmas
Digo su nombre bajo, más bajo y
nacen tormentas mundiales
cubren selvas ya inundadas
La tarde la noche el día
La noche la noche la noche

No hay más pastillas de calma
Vendrán las Sombras
y yo despierta.


3.
Ojos impenetrables y demonios con sonrisas torcidas me sujetan el cuello, palpitan en la sangre de una mano y otras partes. Sangre. El hombre gritó a la última mirada de rondas de fuego infernal, la última hipocresía golpeó a la niña de ojos profundos. Se arrastró sangrante, deshizo con tres uñas al ojo del mundo… Los desfigurados, que allí habitan, iniciaron su baile: ¡Ha nacido la niña demonio! ¡Ha muerto entre lavandas putrefactas para nacer en nosotros! Colmando copas y bebiendo de su sangre, corrieron hacia el dueño de los deformes y clamaron ante él aquel anhelado milagro. Este, señor de las tinieblas, los sordos y los enfermos de miedo, arrancó uno de sus mutilados brazos y, elevándolo ante la expectación de sus desgraciados siervos, anunció el inicio de su gobierno entre los hombres. ¡Ha nacido la niña demonio! gritaron rasgando las paredes de toda vivienda, toda tumba y cuna nueva, ¡La redentora del mal ha vuelto!
-----------------------
A J. Fijman
Como el “frío blanco” y el “silencio frío”, mi noche blanca, mis frías manos, mis ojos blancos, fríos.
Presiento un entumecer del tiempo, las formas palpitan, se extinguen las miradas iluminadoras.
Desvanecimiento.
Amanecer con destellos de intensa furia y, aún antes, y siempre, todo incierto…
Ahora predico.
Los rostros sin carne, tampoco su forma invertida, dicen nada.
Máscaras de los soplos de un árbol de invisible estampa.
-----------------------
Euménides

Desde el eco de una caja avanzan los brazos sonoros hacia la noche. Luces transparentes despiden al canario fúnebre, el que vibra desintegrando al pecho de leche. Golpes bajan y ruedan fugazmente sobre la impiedad de una colina amarilla. Cantan los cuadros, danzan las viejas vitrinas de sal junto al sonido que las penetra.
La claridad se descompone, la pausa del trance musical detiene al Gran Sentido y le suplica, se retuerce ante él, para que la mujer fantasma, el aire, desaparezcan. Se espera la nueva caída negra, la espeluznante silueta embebida en polvo no regresa. En lejanía, la naranja brisa anuncia visiones de aurora.


Sofía Rodriguez Mariño (1989-∞) nació un septiembre en la provincia de Tucumán. Vivió en Bolivia y en Río Negro durante algunos años de adolescencia, luego se mudó a Capital Federal donde actualmente reside y estudia. Para ella escribir es una necesidad, algo inevitable y, por momentos, desesperante. Vive una búsqueda constante por aquellas palabras perfectas; por eso, nunca consideraría concluido alguno de sus poemas o, menos aún, merecedor del sentimiento que quiso congelar.



Victoria López Vera


 

*Que puedas ver…

Que puedas ver
a través de mi rajadura irreparable
lo que ha ido produciendo la fiebre de no saber.
Que acostumbrada tu visión necrófila
admire el orden de las hormigas refugiándose
en el último agujero de su negra mansión
hecha en mi tierra, deglutiendo mis cimientos.
Lo que verás a la izquierda es el lugar
donde reventaron
las cebras del mundo entero
cuando galoparon hasta el más cercano precipicio
que resultó ser mi mano que no escribe,
la que no puede hablarte.
Quizás tu visión se mimetice con  la mía
y ambos visionemos como buzos bajo el Amazonas.
y soñemos esta noche con el muerto
que perdió un zapato en el lugar del accidente
y nos pide oníricamente que se lo busquemos
porque tiene frío.

Nos encontraremos buscando, estoy segura,
el único zapato para el mismo muerto.
Nos encontraremos buscando
porque tu lengua busca la huella donde calce su pie
y mi lengua, el pie donde calce su huella.
No habrá otro espacio de reconocimiento
ni otras dos oportunidades.
Mirá, fijáte bien.
Que no se te escape mi silencio
dibujado en la quietud de los árboles
que no se escabulla mi espíritu de helio
en tu mirada esteparia,
ni la suma de Hiroshimas
en mi voz.
Pero sobretodo
que no se te olvide que yo también te estoy mirando
y que he empezado a intuir
que el contorno vacío de mi dolor se rellena
con la figura de vos cuando estás conmigo.


*Guardé tu recuerdo…

Guardé tu recuerdo
de las polillas inmundas que circulan
en la boca del mundo.
Incubé mi sangre
incubé mi amor
en la amarga cuna de un niño deforme.
Busqué tu olor como una gata
por todos los rincones
y como una perra fiel, custodié tu tumba.
Dibujé palabras como flores
en el jardín de piedras de mi casa
y sin darme cuenta, espanté a la mariposa.



*Entre los hombres y yo…


Entre los hombres y yo existe un vastísimo campo de plantaciones de espantapájaros, que lo único que tienen de humano es un corazón repartido entre todos. Al final de los surcos se ha levantado un iglú. Yo vivía a la intemperie. Un día miré hacia al fondo y lo encontré. Desde entonces vivo allí.
Y sucede que toda la noche sueño con el calor.


Victoria López Vera nació en Tucumán en 1989. Ha publicado algunos de sus poemas en la Antología de poesía tucumana contemporánea “Reñidero “.  Actualmente trabaja como miembro del colectivo cultural “Culiquitaca” desarrollando actividades en el mundillo editorial y audiovisual en la provincia de Tucumán. Es estudiante de la Carrera de Letras en la UNT.



Agustina Ciccone


me han salvado

me han salvado
me han
extirpado el dolor
como un quiste
la herida late
abierta
en mi costado izquierdo
espera los hilos
que la callen
que la deshagan
mientras
acurruco en mi vientre
un libro
un violin
un pájaro blanco
me han salvado
clavando en mí
un cuchillo
el grito afilado
de las lilas
     por la ventana abierta
     perros sedientos
               de llanto
me han salvado
que es lo mismo
que vaciarme por dentro






hordas de árboles hambrientos

escribirme en el vientre
cada herida
cada hueso amargo que cruje
y tiembla en las noches húmedas
recorrerme la lengua con los dedos
hasta dejarme sin palabras
arrancarme las rodillas
- toscas redondas blancas
  como el corazón de los perros -
hasta caminar arrastrándome

las uñas no sirven
para abrirme el pecho
y sacar costilla a costilla
el rumor de la sangre y el humo
deberé abrirme el cráneo
o una falange
para arrancarme los cadáveres del sueño
o alimentar las hordas de árboles hambrientos
de mi útero

he de extiparme el dolor y el abismo
llenarme de flores o pájaros
mientras ojos-furia me devoran
me abren
me hacen nueva en otra
o en nada

he de coser con tinta
el surco que recorre mi ausencia




hastío

soy una herida en el mundo
mano abierta
hastío



me hablaron del alba
vela encendida
goteando en los árboles
me dijeron dolor
como una encía
una muela abriéndose

conté los pájaros
las ruinas de los hombres
    - los hijos son ruinas
      abandonados al mundo-

leí sus libros vacíos
mis vísceras se bañaron en licores
aprendí sus leyes monstruosas
bebí del agua viscosa de sus cántaros

me hablaron del alba
obligada dormí
cubierta de espantos
canté sin saberlo
      no soy mi mano
      ni esta herida ajena
      que hoy me inunda

me hablaron del alba
pero nunca me permitieron ver el sol



la piel abierta

mi cuerpo como una tabla
bajo el otoño
mi cuerpo dormido
ungido en mieles

he abandonado mi cuerpo
el dolor descansa en él
y lo devora
          -la mujer llora
           la caja abierta
           la piel abierta
           entregada al día-

mi cuerpo acompañado por el polvo
y los libros sucios

he habitado mi cuerpo
que hoy es de otra 

en el umbral de la tierra

en el umbral de la tierra
respiro
el aire seco del día
    mi soledad inmensa        acurrucada
al borde del abismo
   - si el viento sopla, caerá
     si el cielo llora, caerá
     si me alejo, caeré con ella -

vibro
mi cuerpo enfermo acude al abismo
        no puede
         cansado inútil harto de sí
parezco una hoja de otoño en la rama podrida
el horror se hace grito que nace
de la boca negra sale humo
       - emana sangre sudor dientes -

de la noche y el ruido florece el espanto
del viento y el abismo florece la ausencia
ese veneno blanco que brota del alma o de los cayos
y corroe los ojos y el sexo y el hambre y los pies

vibro
mi cuerpo abandonado acude al abismo

quizá sea infinito
o me espere una manta de hierbas y musgos
o corales
 quizá no haya dolor
         ni fracaso



Agostina Ciccone, nacida el 26 de Agosto de 1994, en el Gran Buenos Aires. Actualmente estudia Ciencias Antropológicas en la UBA. Comenzó a escribir a la edad de los 12 años, encontrando tiempo después su verdadera voz. Hasta el día de hoy mantiene un blog en el cual publica sus obras.




Gabriela Maria Gangone


Semiamor

Unabrazounabrazounabrazo
Unacariciaunacariciaunacaricia
Unbesounalengua
            y otro beso.

Algo transparente,
            algo rosado.

Y lo más profundo de su alma
            llenándose de frustración.



Publicado en “Poesía encontrada”, selección César Melis, Editrial Dunken, 2007


Viaje en Micro (grafía)
Ese árbol quieto hasta recién
comienza a moverse
da unos pasos hacia atrás
hasta perderse… perderse…
Lo siguen
autos estacionados
postes de luz
edificios
y canastos.

De pronto
aparezco en la esquina
de mi casa
que también se aleja.

La ciudad se vuelve
pequeñita
convirtiéndose
kilómetro a kilómetro
de montaña
en granito de arena.

Ya nada queda a mi lado
ya nada a mis espaldas
solo la luna me acompaña.
Una suave brisa.
Un viento huracanado.
Y el granito se aleja
volando…
volando…

Algo

Antes
era yo quien lloraba.

Ahora
hay algo en mí que llora.
Un algo
cada vez más débil
y pequeñito
como una hormiguita
triste
que molesta
que invade.

Que desaparece.


Gabriela Maria Gangone
Nació en Coronel Suárez en 1986. En la misma ciudad estudió el Profesorado en Lengua y Literatura obteniendo su título en 2010. Se desempeñó como docente de Prácticas del Lenguaje en dos escuelas secundarias públicas y como coordinadora del Taller Literario Municipal de su ciudad natal. En 2011 se radicó en La Plata para comenzar sus estudios en la Escuela de Teatro de La Plata donde actualmente cursa la Tecnicatura en Actuación. Entre los años 2000 y 2008 ha obtenido diversos premios y menciones en el área de la literatura. Desde 2007 ha participado como autora en seis antologías de Editorial Dunken,
Ha incursionado también en las Artes Plásticas siendo coautora del libro álbum “Cuando la imaginación vuela” (en proceso de edición) junto a la artista Verónica Kenig.




Germán Gallo


lucía

cuando lucía agarra las agujas
teje fantasmas

un punto acá en el blanco
y otro
acá
haciendo espacio

acá está ese que dijo que no
y acá el miedo
punto
        no estoy linda
        punto basta

a veces me miro
y quiero estar hecha de otro cuerpo      punto

es en el tren volviendo de la facultad
y la bufanda en sus manos parece un par de alas
verde las alas y no hay punto que no hable
de lo que todavía está vacío

acá viene mamá diciendo vos vas a ser alguien
y mamá diciendo yo confío en vos
y mamá, llorando un día sin saber por qué
vos no te preocupes, querida, y seguí que sos
punto y aprendiendo a tejer
siempre fantasmas
qué tejía mamá, se pregunta lucía
qué fantasmas, dónde estaba yo cuando ponía un punto

acá está ella y padre y el campo
y las mariposas que se parecen a esta bufanda
punto y él
que un día me dijo te quiero para siempre y se fue
y no vuelve y no va a volver y yo estoy sola y
    punto
acá también quiero que esté por qué se va por qué lo llevan punto

mamá las armas padre las horas el piso sucio en el tren
punto
lucía yo mi nombre mis manos

a veces se forman círculos en la tela y se arman nudos
y lucía piensa
los fantasmas se están quejando otra vez
tengo que desarmar
y volver a tejer 

Canción para silbar (III)

No me digas que la vida es algo más
que una cosa que sangra.

Yo te vi soñando que eras un pájaro acuchillado.
Yo te vi escribiendo todo es posible menos el lenguaje.
Yo te vi desnuda y mengüante, como la luna.

Ahora,
mientras el sol derrama su sangre sobre los adoquines
no me digas que la vida es algo más
que una máquina que sangra.


Infancias (I)

         
nací;
hembra nací.

me insertaron un sexo: mujer sos;
un nombre,
un idioma,
una forma de tratar a los juguetes.

insertada, plegada de cosas soy.

            no hay adjetivo que no me recuerde
            que soy la suma de los deseos que me recorren por afuera

 ni siquiera al otro lado existo;
 ni siquiera desnuda sé decir qué hace este cuerpo en mí.

 miro sus infancias
 y lloro.       


Mujer que se masturba

Podés llamarte Sofía
o Elena o
Belén o
         
            en defintiiva
para el poema sos
“el objeto” o “tema”               o
eso que interpelar,
por una cuestión de ritmos.
         
Así que,
acá -ahora- sos
“la mujer que se masturba”:
el resto sólo es derivación de mi experiencia o
de la del lector que idealmente
es mujer y se masturba.
         
Entonces sos rubia, morocha
o vos misma
-no importa-
eso es el hueco que se llena
         
lo que sos es
un gesto
-puede ser acostada
o
en una silla o
de espaldas o-
            lo que sos es
y eso busco
la humedad, o
mejor
el contacto con tu propia humedad,
ese intercambio entre vos
y vos misma;
es decir entre vos
tu miedo, tu fantasma,
tu fantasía.
          
En la pantalla, en la revista o
tirada sobre la sábana para calentarme sos,
cuando te tocás,
auténtica como el dolor.


Vértigo a veces

es

es una manta sobre el suelo.


una manta negra sobre el suelo y la ve desde su cama.
  
plana y fría.


una plana manta negra sobre el suelo,
y ella en el borde de la cama,
en la cama donde nació una vez,
desnuda otra vez
mirando una negra y el viento es
lo que
de la ventana invade el cuarto
y debajo del viento la manta
tiene la negra forma de un hombre erguido.


un hombre no
su forma.

la negra forma de un hombre la manta y ella
y ella y ella y ella
y ella
y la negra hombre forma a su alrededor
un círculo de ellas entre las que
ella
mira
buscando en el negro abismo
un rostro

-

o ella
tornando los blancos ojos a la negra oscuridad
silba una canción
que una vez silbó su madre.



no importa.


ahora,
negra se acerca la negra forma de un hombre a ella.

enfrentados sus dos rimmelados ojos al infinito espacio sin rostro,
piensa llena de fuga en la ciudad que niña la abrazó tierna como un fuego
piensa ella en su niña ciudad y
como un bálsamo la droga nostálgica crece las flores
entre los dedos de su mano: amapolas, primero
y
derrumbe después

más cerca cada vez su rostro de su ausencia y
como luna atraída por mar sube su color hasta perderse en la arena



breve arena.

larga de ella es la sombra y desnuda
desnuda ella otra vez un rayo en la mano
de azote a su desnudo cuerpo

pero

no hay un cuerpo que duele:
hay el dolor,
hay la sensación del dolor,
hay del dolor la pura sensación,
hay la sensación pura del dolor puro
que se derrama sobre una frontera
a la que los otros le ponen su nombre.



expulsada del abismo
acostada en su cama.
lento el frío baja de ella hacia las paredes.

se levanta.

recoge una manta negra.

se abriga del invierno.  

 Germán Gallo
1990. Parque Patricios o Boedo. Teoría literaria en Puan. La ciudad es Buenos Aires. Más de 140 caracteres sería un exceso.












Juan Papasidero





Civilización

Mundo apestado en la prostitución
de lo fértil a lo infértil
remanoseado en lo íntimo de las ideas
de los paisajes del ser
suelo violado en la infancia de las Primaveras
génesis de la posesión
asquerosa cueva de féretros rancios
mal vividos
calle de las bestias legales en la ilegalidad
de este desecho legal
Universo de la corrosión
puta
infiel
de insulto regalado.



Patria de la piedra

Yacen sobre el recuerdo sanguíneo
estrías profundas en la patria de la piedra
deshilachada y despedazada entre los antiguos hilos
del génesis del oro:
maíz esculpido
a sol y lluvia.




Ruedan desde los siglos extinguidos


versos ahogados en las redes finas
del mercurio denso ensangrentado,
de la noche oscilante
y la moralidad saqueada.


Para volver a la nada

a la muerte silenciosa de la carne
al olvido, para sumergirse
entre las vibraciones dóciles, digitales
de los espejismos de carne y hueso.


Y vuelvo a la vida de mediocridad
a asombrarme, a engendrarme odio
y vivir, electrónico

enterrando a la patria de la piedra.



Ella

Un eterno sinfín de sentidos
un susurro vivo color fresa
la energía atractiva de todos mis ojos
el arjé de mi cosmos-caos
la simple mañana fría del si
el calor de todos los soles
el galopar dormido
la sonrisa isa de lo imposible


posible en tus ojos fuegos-pampa
el olimpo enardecido
de tu ser clavado al viento.


Poema XLV

Oír el pequeño tic-tac
que digita nuestros pulso;
aferrarse a las tizas de los grandes problemas
y llorar sin anestesia.
Sólo para saber que estamos vivos.


Retrato de tu ausencia

Perderme entre los laberintos de tu ausencia
arrancarme uno a uno los recuerdos de vidrio
y los de papel
apegarme a los silencios nunca violados
a los pulsos
a los míos
entregar mi pequeño silbido al viento
llorar la rosa y la espina


Juan Papasidero
Creo que lo esencial a decir sobre mí podría resumirse en dos momentos decisivos: hace algunos años alguien me regalo un pequeño libro, Alturas de Macchu Picchu de Pablo Neruda, sin creer y sin saber, tanto ella como yo, que luego de leerlo me cambiaría la vida, y pasaría yo a intentar también jugar dentro del mundo de la poesía. Más tarde aparecieron García Lorca, Girondo, Pizarnik, Santoro, entre otros. El segundo momento crucial que me definió, he hizo de mí gran parte de lo que soy ahora, fue al descubrir la Filosofía, que poco a poco me fue abriendo los ojos sobre como son en verdad las cosas, sobre qué es lo esencial, en definitiva me hizo perder la inocencia que nos inunda desde que nacemos.
He allí lo fundamental, todo lo otro es accidental: nací el 19 de febrero de 1995 en Lomas de Zamora, Bs. As., donde aún sigo viviendo. Terminé la secundaria el año pasado, actualmente estoy cursando el primer año de la Licenciatura en Filosofía en la UBA. También he participado en dos concursos de poesía: Concurso Flor de Poesía 2011 (donde recibí una mención especial) y en las XII Olimpíadas Colegiales de Poesía 2011 (donde recibí la primera mención).


 Julieta Desmarás  


Ácaros de Invierno.

Te invito a que miremos juntos el solsticio por internet
compartamos la hornalla
y tu boca se acomode en alguna grieta de la mía:
la helada viene hacia nosotros.

Y nuestros cuerpos en el revuelco
del instante
se disuelven como copos.

Te invito a que miremos juntos el solsticio por internet
Te abrigues en mi saco de lana hasta formarse pelotitas
y tu boca sea una grieta de la mía:
la helada viene hacia nosotros.

Ya no tendremos más que revolcarnos
al instante
la pava desafina gemidos y quema café.

Te invito a que miremos juntos el solsticio
La helada viene hacia nosotros
Y nuestros cuerpos en el instante
revuelco
se disuelven como pocos.
Ya somos
ácaros de otros libros.


África suya

A las seis y media comienza, para mí, la tarde.
Cazadora de palabras mosqueantes
revientan a la hora del té
y esas manchas no salen.
¡Salvaje, no vuelvas!
Mi silueta, al igual que estas tierras,
duerme al costado del vacío.
Alguna vez, sí, habrán congeniado.
Es una gran selva el amor,
erosiona grietas y estrías
y suaviza al león.
¡Salvaje, no vuelvas!
de mi pollera, al igual que esas cebras,
te acordarás a la hora del té.

(De mi pollera, al igual que esas cebras,
¿te acordarás a la hora del té?)


La memoria

(René Magritte, 1948)

Pasará, pasará, pasará
mufa un tata.
Y volverá, volverá, volverá
como todos los días el tren.
Las nubes pasajeras,
la hoja inmadura y arrancada,
lo bello y lo feo,
un día; no cualquier otro,
se refriega en su cara.
Las cortinas abiertas,
un cielo ingenuo posa,
insiste sobre la ventana.
Sanará, sanará y pasará.

De vez en cuando, el día es perverso;
dura lo que duele una nube pasajera.


Puedo

Puedo hablarte de aquel perro
abandonado en Junín,
de cómo se quedo lamiendo
mi niñez.
(Sí, verdes, más oscuros en invierno)
De los años que pisé montañas
coleccionando flechas ancestrales.
Puedo hablarte aún con timidez
del primer chico que besé.
(Sí, un montón de lunares)
De música, libros. Cuando doy
besos en los ojos
porque quiero amar o
estoy aburrida.
(No quiero estar aburrida)
Del Falcon de juguete
que dejó vendada a mi madre
hasta a los ojos
y de cómo nunca más comimos fideos verdes.
Puedo hablarte también
de cómo desearía que bajes
de esa gran cúpula
y quieras escucharme.


Julieta Desmarás (Buenos Aires, 1982) Poeta, redactora publicitaria. Ha vivido gran parte de su infancia y adolescencia en el Sur argentino. Administra http://delashojasalhormiguero.blogspot.com.ar/ blog de poesía contemporánea y publica sus textos en revistas culturales, nacionales e internacionales. En la actualidad prepara su primer libro.






Laura Tutau





Cielo


Hay un espacio violeta en el que me guardo.
Tiene mucho lugar dentro. El aire es tibio. No entran miedos.

La ola pasa por arriba de mi techo. Yo escucho, pero no me llega.
En mi nariz no arde el ahogo, yo sólo siento
que pasa por arriba,
que se va el tiempo,
que tristeza y sal llueven fuera,

porque en mi espacio violeta sólo yo tengo.

Y es lindo. Es profundo
asomándose de fuera parece eterno. Pero es que sólo estás viendo un espejo. 

Es necesario romperlo

es necesario romper el cielo
para poder pasar
al espacio cierto. Y una vez abierto el salto

ya no es tan difícil
ya no es tan complejo
respirar una vida simple y fuerte. Es sólo eso.

Sólo mi vida de flor verdadera, unas palabras, siento.
Sólo esta tarde,
este roto cielo,
este espacio violeta

tengo.


Despierta


Anoche te escuché mientras dormías.
Cantabas

cantabas lindo.


Gorjeabas



Me llamo Libre

Cultivo
poesía en palabras

encuentro en los brotes el pulso
del universo

guardo un instante en las manos
rima latiendo
sus dulces gajos

para ser pájaro.


Ayer
Hoy
Mañana

Un día todos mis parpadeos serán
Vía Láctea

Mis ojos
siempre llevan
muchas calles de sol para caminar.



Tu canción
acunó mi sueño de árbol
en sus ramas.


Mi luz en el agua


Irisado infinito
de sus ojos muy negros

eternos y efímeros
como poemas.

El mar puede
acariciarlo

puede reír entre sus pies
y bailar bajo sus brazos

Porque el mar lo trajo. Y en él vive

la más oscura
de las noches

Porque el mar se lo lleva. Y en él se escucha

el más amoroso

de los silencios.



Y es que a veces te extraño tanto.



Sea

El calor del amor te abrace siempre.
Los días te sonrían desde el cielo
cada mañana.
La luna sea caricia de luz para tus sueños
y nuestras voces tu refugio
cada vez que te sientas encerrada en el silencio.

Tu camino
siempre corra florecido
Y tus noches
sean el océano oscuro que se lleve tus miedos. Y tus pasos
siempre sean más vuelo que paso,

es mi esperanza, tímida estrella. Siempre desplegadas tus alas y tu canto.


Tapiz


Todos son huecos,
no tienen ojos. Yo te tengo a vos y tal vez

este hilo

Estiro la mano, con la otra
te aferro

no necesito otro apoyo,
nos sostendremos

solos


¿Dónde habrá una moneda
que por mí pueda hacerlo?


Y no hay nada sol,
más que tantear el camino


cuando sola soy todo

mujer
niño y tren



destejidos.


Me llamo Laura Tutau. Nací en Buenos Aires.
Estudié Letras y me recibí como Profesora. Trabajo como docente.
Me gusta mucho leer y escribir, desde muy chica. También me gusta dibujar.
Tomo la palabra para crear con ella,
para reflexionar,
para ser más libre.

Pueden visitarme en mi espacio
http://pajarosemilla.wordpress.com.






Luz Ciccone




Ayuda


Una mujer subterránea
me dice:
"estoy enferma, una ayuda
por favor"

Tose sobre los
abrigos negros,
sus manos tienen
manchas pequeñas.
Desde lejos puedo
oler sus tumores

Afuera
el sol muerto
penetrará
nuestra boca
¿Qué hacer
cuando el virus
se pasea con el rostro
de una mujer hambrienta?


Hambre

Cuando pienso que puedo
entregarme
y morir
sin ningún terror
sin recuerdos,

nace el hambre
el peor de los silencios
nace el hambre
el vacío
nace el hambre
tu piel tatuada en mi estómago.


Infección

Me siento enferma
el cáncer es un insecto
que crece dentro de mis
venas
la crisálida se abre
la sangre se abre
la piel se abre
la boca grita

me siento ajena
con lastimaduras
garganta seca
vientre ajado
pies blancos

me siento muerta
pájaros
que son ojos
que son tajo
que son palabra negra
que son mar

me siento ridícula
enlutada
devorando humanos
comiendo hasta
sus huesos
comiendo hasta
las plegarias

todo el dolor en mi
todo el infierno en mi

nadie puede huirle a
la danza oscura
aquí me quedo

Unas cuantas heridas
sobre mi cuerpo acostado
en la tierra

el diablo es rojo por la sangre
derramada
el dolor nos obliga
a querer nacer de nuevo
pero siendo pájaros que vuelan
lejos
olvidando

Tengo el corazón partido en mitades
y ninguna de ellas me pertenecen.


Peste

Antes de la peste
los pájaros eran rojos
el hombre era fuerte
pero ambos se han convertido
en cuervos
sus cuerpos
están despedazados
y no se quién
enfermó
a quién.


Familia


El corazón bombea
la sangre
que un día fue de mi madre
que un día fue de mi padre

tal vez
me mude
de este cuerpo prestado
y me convierta
en un cicatriz
de esas
que uno se hace de niño
y recuerda para siempre.


Luz Ciccone, nació en Lomas de Zamora en marzo de 1995, pero vive en Remedios de Escalada. Estudia Letras en la Universidad de Buenos Aires. En el 2012 comenzó a publicar sus poemas en el blog www.lunariadepapel.blogspot.com , conociendo a Alberto Augusto Miranda, quien publicó las traducciones al portugués de varios de sus escritos en dos blogs: http://meninasvamosaovira.blogspot.com.ar/search/label/luz%20ciccone
http://nervoeiro.blogspot.com.ar/search/label/luz%20ciccone

Ganó el 3º puesto en el concurso de poesía organizado en el 2012 por el municipio de Lanús y actualmente tiene publicados sus poemas en la Revista Hormigas (Argentina), en la Revista Cinosargo (Chile) y un microrelato en CRAC! Magazine



Mariela betania Pacin





Poema 1

Sistematización de sonidos
diluyendo espacios
cabalgando vagos segundos que aguardan ser agua
ojos de un dios violador de menores
que mira por la rendija de tu ventana
y absorbe tus insectos estomacales
en el nombre del padre del hijo y del espíritu santo
mientras las mariposas mueren en campos de exterminio de amores
tapar con libros las paredes hasta el techo
caminar los vientres maduros sutilmente
arropando el hijo del mundo en tus brazos
ahoga ya tus iris el en río inmundo
lleno de cadáveres que tiraron desde los aviones
los propulsores del genocidio y el orden
organización de cementerio
sepulcro de almas que eran alas clavadas con alfileres
la ruptura de todo lo preestablecido
dos preguntas a una falacia torpe
y cinco fusiles al rey muerto
avancen caballeros
a comer la ostia del perdón
siéntese, que la mesa ya esta servida.


Poema 2

Se regeneran solos, los pasos.
Vuelven en sí silenciosamente
y se multiplican arqueándose entre el olvido y la eternidad.
Pendulan.
Llevan miles de años dando vueltas en este universo.

Yo veo,
como escribe y saca chispas
derecha, izquierda
arriba, abajo
las chispas saltan hacia todos lados.
Me quedo expectante
me parece que el mundo puede erupcionar
si sigue adelante
pero no erupciona
ni nada se incendia
los volcanes siguen estando en mis enciclopedias
las enciclopedias en mis estantes
los estantes en mis bibliotecas.

Volví a mirarlo
seguía escribiendo
garabateando
inventando espasmos.
No, nada erupcionaba
el volcán era mi garganta
solté una carcajada
porque por un minuto
le creí que podía cambiarlo todo con sus dedos.
Hoy es un grano minúsculo que se escapa.
Pero también
-siempre hay "peros"-
hoy es todo ese universo junto
todos los granos en uno
todos los días del mundo.

Toda la historia de la humanidad
de tu humanidad
del cosmos todo y las criaturas alguna vez vivas
concluyen en este segundo,
es su final momentáneo,
su final más reciente.

Antes de todos los antes yo ya sabía.
Me lo dije y me lo desdije después.
Eso de que andes pensando en mañana te roba los días
y no ves delante.
Eso de que andes pensando ayer te roba los días
y no ves delante.


Poema 3


Espera ansioso.
Pasan manos, brazos, piernas.
Pasan.
Se queda.
Allá arremolinado, lleno de seres que lo miran de reojo.
Suspira otra vez, la oportunidad perdida.
Un vidrio separando el aire.
Afuera la lluvia moja la piel.
Intenta imaginar el tacto del roce del agua.
No lo logra, se resigna.
Afuera caminan.
Adentro la espera.
Los tres fríos dedos lo rozan, pero no lo tocan, resbala su piel rosada.

Y de pronto un día,
unos ojos clavados en él.
Sus grandes ojos azules y el pelo negro cayendo en gruesas mechas.
La música repentina propagándose en el aire.
Las luces rojas prendiendo y apagándose, como parpadeantes, los dedos moviéndose, descendiendo. Los dedos tocan la piel y esta vez lo sostienen, lo elevan y arrojan al mundo.
Los ojos azules brillando, el abrazo de bienvenida. Llueve y las gotas lo mojan, igual ella lo cubre, protege con sus brazos del frío y cubre a ambos con el florido paraguas multicolor.

Adentro de la máquina los demás peluches miran y esperan.



Mariela Betania Pacin
Nacida el 12 de junio de 1990 bajo el ciclotímico signo de géminis. Biopoliticamente asignada al sexo “mujer”. Poeta, actriz y diseñadora gráfica.

Publico el libro “El amor es la guerra” editorial Milena Caserola; 2010.





Mara Ochoa



Hubo gloria.
Vimos la gloria.
Existimos alguna vez, mas allá de no vernos frente a un espejo.
Las duchas cortas, de esquivarse una mañana feroz.
Una triste melodía llegado su final.
Pero hubo luz.
Hubo piel, y hasta...

DE CORTAS GLORIAS, DE EUCALIPTOS Y SUS HOJAS.


La sala de espera de un sol amarillo con pompón enrojecido.
Paso paso y paso tiempo y números y tardes y también brebajes como si el licuado de banana intentara ser eterno sin ponerse negro. pero no.
A veces solo el primer rasguño de tu gato gordinflón no es ninguna señal.
Paso paso y pasaron los temas, las caminatas en silencio, mi manera de percibir magia, pasó lo contundente, la clara de huevo que pone consistente al glasé, pasó mi emoción, mis corridas a tu espalda.
sin mas.
Una noche llovió, te dije de todo
te mandé bien a la concha de los monos, en una jaula para que salieras mañana, y te amaba.
No era ninguna pequeña mujer, solo te amaba.

Solo mil vueltas y flores también, y colores y cintas negras con estrellas para decorar árboles de navidad que ninguno armó en su casa ese año, que nos olvidamos, que no me querías ahi, pero allí estuve y lleve torta de chocolate.

también existieron aplausos y aplausos y melodías, y miradas.

Todo pasó.


Entonces hoy me llamaste egoísta,
la desilusión
los pies que no deben pisar hogares cercanos a vos en el universo cromático de papel azul y celeste.
Pero solo es enojo, porque quiero eso, ser una pluma. Pero después de ver tus pupilas enojadas soy el egoísmo
pero con tanga roja! ENFURECIDA y, DE ENCAJE.
con la nariz desteñida triste aunque guerrera.
Despues de un grito literario fuimos pájaros...
Creo que tenías razón.
Distancia entre vos y yo.
Pelos distintos sobre nuestros cuerpos,
pija gorda y castaña clara en mí, que mi ombligo piensa en rechazar
vos, otra conchita ¿habrá sido suavecita?
música de los 80' yo.
vos, el músico con voz aguda y con dedos largos que han estado en todos los ángulos
esquinas
y recorrido ida y vuelta completa de mi corto cuerpo.
y hubieras conocido mucho mas, sí!
y yo, otro tanto mas con tus ojos lujuriosos
con tus párpados de jugo de pomelo, con tus alas resistentes y eternas.
¿porqué cuento hasta siete y medio? ¿porqué me ataca el pecho en el pulmón izquierdo? ¿por? se ma hacen cayos en los dedos!
te huelo
aunque hace años mil no encuentro tus ojos en la almohada.
vuela música
gime payasa
tócate los pies
chúpalos
muérdelos
cógete la lengua
y que te retumbe la concha
el querer bien solo era
salir por la ventana
caminar sobre las hojas del eucalipto chupar cada una de ellas, pasarme 4 de ellas por la cuevita y con mi miel sembrarlas al lado del árbol
solo eso,
querer bien
un problemón si no tengo jugo de limón en tu ausencia, ni una pera que morder.
Últimamente tomo té de manzanilla por las mañanas.
Últimamente se me paspan los labios por las madrugadas.
Últimamente asomo mi mirada entre las piernas para ver cómo me seco la conchita por las mañanas.
Me subí a la cajonera para ver en el estante de arriba la cajita roja que al final no usé y el paquetito suelto que quedó después de una noche de éxtasis zarpado.
Últimamente yo no escribo así, yo no ví muchos ojos en este tiempo pero sí un par de pies bien blancos.
Y es que a estas horas no me queda mas que fumar un par de avainillados y encender un sahumerio, disfrutar de esta soledad y de este recuerdo. Porque alguna vez sentí miedo y busqué refugios que encontré en medio de aldeas divinas, con aguas con original sabor a sierras y a la casa a media luz. Y prefiero cantarme, escucharme, toquetearme, no maquillarme y verme. Verme sobre un árbol que no va a caer. Verme las manos, las palmas de las manos en los sueños para que las pupílas puedan ser el túnel de la realidad...
Y una vez mas me veo mojada esperando cruzar la avenida para llegar a casa y sé que debo esperar para chuparla como una paletita, y sé, debo esperar u todo se acumula. Puede que no sea lo mismo.
Y sé, creo que ya es tiempo, tiempo de ahogarme y desesperarte y escucharte reír mientras te veo mío ahí.
Creo que también es tiempo de dejarme a mi a-martemimar-te a vos.



TETAS

Tengo galletas
Tengo tetas de vainilla
Con solo algunas chispas de café que poso sobre ellas en las noches del frío invierno.


Mientras el chocolate blanco hace fiesta en mi boca una vez mas.
Y una junta chamánica entre besos ligados de resfríos anteriores que no me han de dañar porque cuando duermo sin medias ni bragas ni bombachas, ni tangas entangdas de luna llena... la luna festeja Y LA COLCHA ME APRIETA.


quería mirarte bien las pupilas
bien adentro
bien adentro
para ver los aleteos de los pájaros que viven ahí dentro
es que
nunca me viste
pero cuando te acaricié
mientras bailábamos en la cama
me tomé el atrevimiento de sembrar unas semillas
Unos días después:
tocarte la panza con la mano calentita
morderte el labio inferior
chuparte el párpado
morderte las cejas
y preguntarte
y obligarte a que me respondas
¿quién?
¿quién te la chupa como una paleta de limón?
¿quién se ríe, mientras se relame los labios?
Yo los ví volar.


Mi nombre es Mara Ochoa, Vivo en capital federal, Buenos Aires en el barrio de caballito, Primera Junta.
Tengo 19 años, soy estudiante de Actuacion y Dirección de teatro no hace mucho, hace dos años. Intento ser clown, estudié pero sigo formandome.
Escribo, me gusta contar lo que siento, lo que mi cuerpo presiente y las luces que veo en los seres.


Melisa Ortner

Palabrasita


            Ay, cuando llegaste tan liviana con tu velito blanco envuelta en hortensia, olvidada en el rincón del barro hundido y el jacarandá rociado de alfileres. Viniste,… ¿cómo te explico, mi palabrasita.


            Si  pudiera soplarte con  burbujas de asombro para que puedan besarte de cerca; si descansaras tan sólo un rato en el alivio de mis lunares detenidos al verte, a vos, palabrasita;
            perfumada de agua de flores disueltas en el costurero de hierro, entre lanas rosas y lilas de puntos, ay,  palabrasita, esa tarde lenta entre algodones de tierra firme y los labios mordidos en  la delicada pielcita de tu camino.
            Ese momento, ay, palabrasita, tan cálida como los rayitos al besar los párpados, ay, palabrasita, cómo en el recuadro de hojas amarillitas y el cuadro de primavera eterna, en el aliento del suspiro más largo en el tul de guantes, palabrasita, en la libertad de tus ojos y el tejido inmenso de tus perlas.



várices



Maldeciré  mis várices
      en el cuchillo
lamentado de  algodón
  piernas cansadas
de imaginar
 sogas de seda.


Pasaré la navaja
en las rutas del camino
   azul,
escupiré la sangre
del veneno de tu saliva.

En los nudos de mi pelo recogido
      la guillotina
ahí destrozaré
las  voces
y la transparencia quebrada
    de mis piernas
asesinas.


Bendeciré
el filo de la bronca
pintaré la acidez de tus ojos
ciegos de
      blanco
en el precipicio.


El fin de mi carne
         en  color violeta.
De mi mano,
 te hundirás en las partículas
celestes de mis venas.



Maldecime entre algodones
Una vez más.
  

Atravesada


Aquí

atravesada,
dividida,
de carne, huesos y fierros.
sostenida por si me tuerzo

Estoy.

Aquí
sobre dos ejes
tan quieta,
Sujetada,
Estirada.
Con la grieta  en la espalda
Y lo inmóvil de las vértebras
  
¿Qué cosa hay dentro?
Tan liviana
Erguida
De carne, huesos y fierros
No he nacido:
 Sólo me han  maltratado
Dolores
Y puntadas.
Aquí estoy,
Adentro

Hasta ahí.
estoy.
En el camino marcado
Del fierro en mí.
Adentro indican
Adentro recto
Y yo
aquí
tan derecha
partida al medio
en una esencia de mi.
  
Y me muevo
Me estiro

Me pienso
nazco
Tanto como yo
Quiero.


éxtasis


Es  elemento  la palabra
  letrada la mente en elemento
lo elemental
 en mi mente 
  al compás de los brillos
paráfrasis los brillos
          planeta lunar de las letras.

¿cuál es la forma solar
  del abrazo entre el papel y la tinta?


las alas

 detrás
              en tu espalda enredada
los nudos
ahogan tu firme
  y la sustancia
             sangre liviana.
Vomitá las rejas
ahí detrás
               las cuerdas
 y el vuelo
   son
tu oportunidad.


Soy Meli, nací el 30 de octubre de 1984, el día que Maradona cumplía 24 años. A todo el mundo le comento que nací el mismo día que él para que se acuerden de saludarme ( por lo general lo pasan en los noticieros).
Estoy cerca de convertirme en Licenciada en Ciencias de la Comunicación en la UBA . Para poder concluir esa etapa ( será un punto de partida) estoy trabajando en mi tesis sobre Infancia y Dictadura. Hace apenas un par de años asisto a un bello Taller Literario conducido por Gabriela Stoppelman. Fue ahí donde me encontré con un amor al que jamás creí que podía encontrar: la poesía. Y aquí estoy ahora, con las palabras encima, el deseo de todos los días de querer aprender más y el sueño joven de tener mi humilde libro de poemas.



Micaela Cortese

  
Siesta
Ella duerme a mi lado
teje en su fina raíz esencial verdad.
Piensa en los comienzos y atrae la bondad del mundo,
puede jugar serena en la vigilia de algún trueno.
Sus dientes recortan la maleza y dejan solo las enseñanzas del nuevo vacío, donde hará nacer frutas que come. Me convida, me llena de agua la boca
circula pacífica aquí adentro, y caminamos juntas mientras ahonda solitaria en el descanso... interrumpo su sueño y alegre ilumina el desvelo para reírnos un rato del asfalto ruidoso.
La luna la conoce mucho y canta apareciendo para que su aura siempre sea el origen de ese corazón, rojo y grande.


Que  suceda
Las caras de la luna vibran
Cuando las hojas susurran adentro.

Mi corazón refunfunea intuyendo
¿por qué no habría de hacerlo?


Un abrazo
Mujer, no corras
Ven aquí
Al reparo.
Mujer que lloras
Déjame verte
Quiero aprender.


Bocas y árboles
Las bocas que hablan allí
Están rozando un límite,
Desbordan cantando sobre hilos
Pendientes, son tiempos perdidos.

¿Estar viva?
Si pudiera desterrarme, anclar en el aire frondoso
Si dejara de estirar mis brazos duros
 y creyera que son madera y ramas dispuestas al sol.
Cuanto crecerían las confianzas verdosas
Cuanta luz en primavera.


Días
En el centro de estas flores
Habita entera la calma.
En mí, los días ausentes
Días nocturnos corriendo signos de lugar.

No puedo penetrar
Ni sorber el manantial que regalan.

A veces llover remueve el desgaste de los grises
A veces llover me vuelve presente.

Lenguaje
Que mi lengua sea el lápiz
Que te escribe en la intimidad.


Mi nombre es Micaela Cortese, nací el 23 de agosto de 1989 en la ciudad de La Plata. Crecí en un barrio muy sereno, Los Hornos.
Me crie con mi familia, compuesta por mi madre, padre y una hermana mayor, en una casa con un patio amplio y hermoso.
Fui a una escuela católica desde que comencé el jardín y egresé de la misma con un bachillerato en ciencias económicas. Durante mi adolescencia tuve acercamientos al arte desde un lugar bastante estructurado pero necesario, porque fue la puerta que me permitió abrir luego otras; cantaba en el coro de la iglesia, y esperaba con ansias las clases de plástica y música (que eran, por cierto, bastante planas).
Cuando terminé la escuela secundaria  me inscribí en la Facultad de Bellas Artes en la carrera de Diseño en comunicación visual.
Transité cambios fuertes en las nuevas andanzas del camino; me interesé muchísimo por el arte, comencé a escribir con mayor frecuencia, a dibujar y a llenar de conocimiento mi alma creativa. . Al mismo tiempo dejé la carrera de Diseño, no me gustaba , empezaba a sentir el peso en mi espalda, por sostener algo que no elegía con sinceridad.
Ese mismo año comencé a estudiar teatro, con una profesora muy querida, Febe Chaves, con quién compartí tres años de aprendizaje. En ese tiempo me anoté en la Escuela de Teatro de La Plata y cursé la carrera Tecnicatura en Actuación, de la cual egresé el año pasado (2012).
Durante la carrera de teatro conocí muchxs artisas, independientes, autogestionados; aprendí a tener una mirada propia dentro de las búsquedas, a bucear en lo genuino, en la raíz del alma, en el crecimiento colectivo y en los mensajes que quiero trasmitir a la hora de expresarme.
Escribo canciones, soy cantautora, toco la guitarra y preparo los temas con una banda que me acompaña; somos amigos, hay varios instrumentos: bajo, percusión, guitarra eléctrica, flauta traversa, voz y guitarra electrocriolla.
Estamos saliendo a tocar, preparándonos para grabar un disco.
El encuentro que tengo con la escritura es constante, cotidiano, necesario, vital. Escribo porque mi alma siente, se rasga y se alimenta de amores frescos. Estuve en talleres de escritura, pero mi formación técnica es bastante nula; siento que hay un camino directo, luminoso y preciso, entre mi corazón y la palabra en la hoja.
Me pasa también con el teatro, sucede, puedo incorporar herramientas, llenarme de alimento teórico y permeabilizar los estados, pero cuando el momento es presente, cuerpo y alma, sentimiento y vida, ahí todo se sintetiza siendo fluidez. Así me llegan la vida, así intento trasmitirla.



Nicolás Friere



A mi falta de inspiración:

Tú que eres el derruido castillo

De un jardín invernal
El inmenso paso aborrecible
Del vacio negro decadente.
Tú que cual hermana pérfida
Amante de la nada
Colmas de asperezas mi cabeza.

Tú que eres mi compañera
Y te veo en todos lados.
Mi gárgola compañera,
Un  beso intermitente que quema
Y me asesta el susto de ser vida muerta.

A ti que eres todo eso te digo:

No hay nada más odioso
Que una prolongada y divagadora
Estancia tuya dentro de mis pasillos mentales.

Pero eres completa y enteramente necesaria.
Nada se asemeja al sentimiento de volver a crear
Y en este caso, maldita compañera
Sin darte cuentas has sido la terrible inspiradora

Encuentro en tus formas una analogía directa
Con el funesto oleaje del mar
Que a veces se hamaca dejando el mundo detrás.

Representas en mí la avasallante dualidad
Que en todo está.


Aurora

Aurora recorre los montes
En carruajes eléctricos que surcan
Cimientos de una tierra sin cabeza.

Mientras el viento de las campanas
Retumba en el hueco colectivo
Que los huesos recios simulan desoír,

De los toldos nacen las esperanzas
Que danzan como la estrella
Que nos prometió grandeza,

De las sierras salen los gigantes
A presenciar el destellante paso
De los caballos alienantes.

Así despierta un pueblo dormido
Que genera ritos y ritmos
Para olvidar el sinsentido

Así despierta el destierro
De todo un suelo
Que ilusorio mira los caminos

Aurora ríe del destino
Y como en todos los ciclos
Vuela con su peso cansino

La luz enciende la vida como a la mentira.


Click

Me tomaron una fotografía y morí.
Estoy muerto y atrapado
en esa imagen que pareció un parpadeo
Y ahora es un deseo de estar despierto.
¡Click!
¿Cuántas veces moriste?
Yo nací y a las horas morí.
Morí en todos mis cumpleaños,
En la mayoría de mis vacaciones,
En todas mis navidades...
Morí en fiestas, en calles,
En cuartos, morí dormido.
Morí en manos de familiares
De amigos
De desconocidos
Y hasta morí en mis propias manos.
¿Cuándo será mi próxima muerte?
¿La tuya?
¡Click!
Hartazgo desconocido que ronda por mis días,
Me haces sentir la descomposición en el cuerpo.

Lleno de gente está este microcentro enfermo
Que genera el microclima de la histeria
Y en ese “micro” condensa
Toda la fecunda y detestable diarrea
De la economía liberal
De los abogados agobiantes
De los bancos elitistas
De la política separatista
De los cuerpos disciplinados
De mí que no soy nadie
De vos que tampoco sos nada
De las personas que caminan
Pensando en la podredumbre
Que genera la otra gente que camina
Sin darse cuenta del aporte
A la podredumbre general
Que también otorga su caminar.

Por todo esto propongo y exijo
¡Un cambio de nombre!
“Micromierda que enferma” debería llamarse
Esta conglomeración de patologías
 Que es el “microcentro”


Nicolás Friere
Nací en el 1993 en la ciudad de Buenos Aires. La poesía apareció en mí como un rayo que irrumpe violentamente en la tierra pero que a la vez desprende ese hálito de belleza al iluminar todo, por un periodo muy corto.
 Ese segundo de poesía que me irrumpió violentamente y me ilumino, en medio del dolor existencial de la adolescencia temprana, me bastó para nunca mas desprenderme de ella. Así desde ese momento vengo cultivando poesía en la vida y en mi cuerpo.
En estos momentos estoy estudiando la carrera de Filosofía en la UBA. Y estoy pronto a editar, de manera independiente, mi primer libro de poesías.



Ornela Constanza Lucarini



Manifiesto

Pues no soy un revoltijo de carnes y hueso,
no una bolsa con consonantes y vocales sueltas,

no un azar de principios e ideales,
tampoco lo que los demás creen que sea, 
ni aún aparente caos de voluntades,
mucho menos olvido en cajones rotos.
Ni siquiera cosa que no existe,
ni silencio de los incautos no pensantes, 
menos aún un popurrí de canciones, ni aquella paleta repleta de huidas,
porque jamás me asemejaré a las evasivas de los cobardes!


Enojo

¡Y flotabas entre tantos almohadones!

Blancos, plumosos, livianos
Giraban, se hablaban entre sí.

¡Oh sí que sonreían!,

Y te acariciaban la piel.
Habría algún bailarín
Entre tantos retazos de tela
Entre tanta música
Fluyendo
Entre sonrisas de desvelos

…Y aquellos hoyuelos, divertidos, aniñados…

Y presionabas
Para que respondieran negativamente.
Lo terso de una negativa oscura
Entre tantas dulzuras;
Se clavaba, calaba hondo
Profundamente
En las entrañas de alguien que siente…

Si sintiere…

¡Cómo si no valiera…!

Siquiera existiera dando vueltas en carretas
De colores,
De Notas musicales
Esquizofrénicamente compuestas, acompañadas,
Para que gires en círculos, para que flotes,
Para que vibres
Y te despegues…

¡Un salto!

¡Más Salto!

Golpeteo.

El cuerpo,
Te aprieta de encierro
Que no te destierra,

Un encierro que asfixia… asfixia amargamente, por saber
Por entrever las profundas verdades
Escondidas en una melodía que empuja al balanceo
Constante, continuo del cuerpo,
De los cuerpos,
De las cosas en su entorno.
Y los almohadones… Suavidad por todos lados

Asquerosamente

Suave.

Limitado a un
susurro… un
beso…
al leve sonido de la seda contra el mármol…
¡Ese mármol!

Que tantas veces sufrió tus pies.

Ese mármol al que tantas veces moldeaste
Al golpe de tu danza.

Rasgueo… finamente agudo,

Tan fino que desaparece paulatinamente,
Amansa al viento y con él los almohadones
Que dejan de sobrevolar,
En un intento desesperado de compensar.
Planean…

hasta caer rendidos,

Como una montaña de escombros
Sobre el edredón.



Lo que me gusta de la noche es que hay mucha gente que empieza a quedarse quieta. Me llama poderosamente la atención cómo van apagándose, pausándose, quedándose estáticas. Ahí en esos músculos que tanto hicieron durante el día, allí justo cuando empiezan a mermar los movimientos bruscos, cuando mengua la energía. Me gusta el ser humano en su condición más simple vulnerable y desprovisto, me gusta la oscuridad del hombre, sus deseos irrealizados, su perfume de trabajo diurno. Busco la neblina llegando a sus cuerpos, muriéndose en una ahogada risa personal, individual y solitaria risa una vez dormido. De trasfondo el musgo cubriendo el sueño.



IX

Y claro hubo días en los que solo me limité a existir...
me dejaba llevar entre una brisa y otra,
y quizás solo fuera carne y más carne.
Yo no soy otra cosa que este espacio herrumbroso.



31 de Julio.

El cielo espolvoreado de harina
Y el aire estático
Manto de gasa anaranjado
Bocanada de aliento en silencio

Bostezo

Lluevo sobre el asfalto
Y mientras tanto...

Soy un fardo en el barro
Un ser sediento
Volviéndose noctámbulo.



Ornela Constanza Lucarini
25 años - 19/01/1988. Estudiante de abogacía, amante de la naturaleza y de la lluvia. Apasionada por sobre todas las cosas.
Empecé a  escribir alrededor de los 12 años como una necesidad, pero sin saber que escribía. Solo buscaba palabras para poder deshacerme de algo que me estaba pasando en ese momento. La mayoría de las cosas que he escrito las escondí. Vendría a ser un mecanismo de defensa o no asimilación de lo que escribía. 
Yo me desconozco. Tan solo escribo. Y es por esa razón que casi no he participado de eventos, concursos o lecturas.
Mi poesía es muy corporal, no la puedo despegar de una sensación mental en alguna parte de mi cuerpo o el cuerpo de alguien más.
Citas favoritas: “De vino, de poesía o de virtud, de lo que queráis. Pero embriagaos.” Charles Baudaliere, Embriagaos, El Spleen de Paris.
“Algo reía imperceptiblemente en un rincón de su cara, bajo el bigote gris...” Lev Nikoláievich Tolstói, Guerra y paz.


Pedro Magallanes


(2010)

he visto esta cara

tantas tantas veces



(2011)

una ventana
de este lado estoy yo
del otro
puedo verlo,
una madre
y su hijo
pero no es mi madre
no soy el hijo
no pertenezco a la escena
se parece un poco
a maría con Jesús en brazos
sigo mirando la ventana
sin pensar en nada.
“desafectado”
esa es la palabra
estoy desafectado

-----

escribir el mensaje
en un idioma
que nadie entienda
tapar la botella
verla alejarse

oh si
oh si
ya está viniendo
ya está por llegar

-----

cuando tenga paz
imaginar
cuando tenga paz
la intersección de las
avenidas de mi mente
en un solo pensamiento
móvil
inmóvil
una sonrisa
etérea
una imperturbable imagen
se proyecta en algún punto
del espacio
hacia mí

--------

(2013) 

un héroe lamentable
el último refugio de los buenos pensamientos
ahí contra la orilla
se toma la cabeza, desesperado
/
su apellido flota 
como un poema en el aire
presiente su propio olvido
la inutilidad de su tragedia
su pueblo se retuerce, desencantado
/
el profeta maldito observa en paz
se pregunta si ha sido su culpa
“te he estado observando
todo este tiempo”
levanta una rosa: la imagen es perfecta
el brillo lo cubre completamente


Pedro Magallanes nació en el año 1989 en Buenos Aires, ciudad en la que vive todavía. A los 5 años enterró un muñeco en una playa, y no lo volvió a encontrar. A los 6 le dijeron que no podía besar a su novia. A los 12 le premiaron un poema, y se traumó. A los 17 amó mucho. A los 20ypico hizo todo mal. Después hizo un viaje. Ahora se evade (risas).



Gonzalo Alejo Aguerrido Gorbea


                                                                    

UN HILO 

Dejamos de pensar que eso pasaba y pasamos a dejar de pensar eso y hacerlo. Dejamos pasar eso que pensamos pasaba, como era otra cosa nunca pareció más de lo que era; la zona que hace pensar cuando hablo detona reinterpretaciones, “pensar es recordar” decía Platón (esto como todo conduce a algún lugar).
Lo sustancial debe coincidir con el enemigo, culturizar te gusta y otra cosa aunque prefiera, recurso ignorante pobre de libre albedrío verbal sucumbe al dramatismo en la posesión…El aire quieto logró lo que no el sentimiento, muerte de sed no permito, mitad vacío mitad enloquecido (por tristeza que no recorrimos).
Indescifrable vibra estrella portátil que enfundo, cuesta adaptar la rugosidad del hálito a la suavidad vigilando que no penetre; pecaminosa o lo que sea mi recuerdo desea y despoja porque le place complicado, hedor instando celebro curtido y cesar no puedo hacer vocación. Me dio medio miedo timar mi género.
Deleita inmaduro llevo más adelante constante madurez. Repentina sutileza de inseguro: contingencia de Metrópoli insta epítome que refiera dónde respirar para vivir una segunda vida. Es o no distinta pero voy siendo de una huida por vez, y siempre saco de mí en tu ausencia que es la sal sofocante del inerte “tener, perder y buscar, buscar y perderte” y así su “sexyva” mente…


QUE DEVUELVA ALGO VERDADERO 

Hermoso dice lo loco y gusté escribirlo, depende qué piense parece ofensivo, poesía nociva por ser auditorio, verborragia porque sé desusado, y malo cuando pasa de algo inconcluso a ser…El peligro real sería saber qué narra mi vocablo: no puedo hacerme cargo de alguien que no sea yo, no exento de metafísica pampeana para simular que activan lo nuestro por siempre.
Duele saber cómo sabía, crudeza perfecta, que no sienta no deja de buscar. Debe ser increíble para ser buscado, debe faltar simplemente. Desmemoria mi dogma rozar lo sugerente, decida qué pueda (qué no póngalo a un altar), no porque usted no recuerde no dice de mí lo que siento; lo suyo pretendo.
Sido postura de certidumbre de nadar y naufragar, orillas que la arena salva, complica enredado y se desató en qué no sé. Siento la abyecta diatriba artera, arteria harta a auto y compasión (tan normal todo); desbrazado quebranto del amor sin propietario, es energía ya sin sus partes, es amor en sí mismo sólo y perdido deambulando por el cosmos…
Infernal calor nunca antes vivido es que seamos, amor, ¿quién dijo llegaríamos a la belleza de conocernos? impresión nueva instantánea ambos creemos ahora. Caída no lamento ni ilusión desperdicia, despliega eco tu bello sonido en el momento y sin pensarlo. Otro rayo viene y dice “amemos” (casi surreal diría). Diosa en mi alma tu ser siente que voy sintiéndome dentro.

EL HOMBRE MUJER PERDIDO EN EL PROGRESO SIN ENTENDERLO 
Festejo el derecho que te sacó de lo tuyo y se lo dio a un desconocido. Fuera de los sueños vive lo que deseo, razonante por herencia argumento con inercia y más brego antipático diálogo. Anti-patria cree poder parecer ser el músculo que define y domina (él sería como la limitación de cada movimiento), en cuanto a falta de unidad cierta alma existe; cual arte el campo brioso de la fractura padecida por un esquema social que divide hasta las pobrezas. Coyuntura mira con hambre para arriba y satélite espía corporativo desde la brecha que traduce ideologías urgentes y sin líder. Enfrentan la cervical y legitiman pluralidad de intolerancia.
Un no sé es sí, un no es un no sé, y un sí es un no; la crítica digna polariza o representa demasiado, así agolpo idiotizante imágenes mezclarse entre balas y recuerdos intensos con latidos sin pertenencia. Después de su recreado e inefable y dionisíaco “Me Gusta” opositor su ánimo era, deslumbra su perro olvidado fuera del hogar, (de) presión voluntaria camino o reflexión hunde su dedo inconsistente; saquito de té matiza infusión con doler de oligarquía, a veneno de tiempo vivir se reduce a insignias que diagnostican ojos entre espejos sin ropa. Golpismo de convivir origina gusto suave, faltante nupcial la tos obsecuente de soledad ética.
Estado, he estado, elige nacer de sangre, haberse ido de sus manos; absurda asamblea sin aviso, oscuridad política que ni sana la mañana del Sol eterno, cascarudo de resignación, dudosos caparazones y entendimiento o nudo que se genera si uno no lee la letra chica. Olvida su menester humanizar, fuera de sí divide civilidad. Capta: del discurso no obtiene lo que pensaba hasta que tropieza con la piedra que rompe la agenda mediática ejerciéndose. Jirones monopólicos perpetúan sus sentidos. Estos días facción es pueblo y nación. Mañana actuar partidarios de lo que no son hoy. Humanos en su derecho de poder decidir.



MAL-INGENTE 

LÁGRIMA SEDOSA LAVANDO HABITACIÓN SECA SIN FILTRACIÓN.
CATARATAS PRECOCES AL CAMBIAR POR VÍAS A DAR EN LA PAZ DE PROFECÍA DE AGUA.
CORRE ABAJO DILUVIANDO EL ESTERTOR DELGADO, LLEGA ESTAMPIDA Y PIDA QUE DIGA QUE NO SE PODRÁN OLVIDAR FÁCIL…
NATURAL ESA VIOLENCIA CUANDO ENOJA…
Insalubre ausencia de drenaje…
Obligada nobleza natural, epidemia desoladoramente contagiosa. Terror brota acuatizado refugio, malaria de metástasis trágicas enseñan fuerza.
Básico empuje tose galones en los barrios, estornuda laderas con polar barbaridad.
Blues de problemas, morbo que cuadra autoridad, brota mutante de vértigos, aviar fenómeno no cesa flagrante…
Nadaba nada aséptico lo urbano sin modernizar ni purificar entre el rigor matando lo verde; el agua adolece carbonos. Viso insano con síndrome de caos geopolítico, futuro presentándose viral.
Demográfico de por allá y no sabe pero también más acá, infecta la vida a edificios. No habrá bosque ancestral, igual va motorizado…
…y la tierra cultivó la muerte, el bon voyage contaminante, éxtasis famélico. Dentro o fuera frenético, provoca millones doblemente privados, a tener, entregando fracking.



LAS PALABRAS “FUERÍAN” ALGO

Entre tanto cielo encuentro unos vuelos sin nubes opacando atardecer
Testigo de una vida apaciguo
Jadeante sirviente en sueños, néctar alza su moral aunque sea por otoños
Mientras hallaba suelo parejo de la injusticia y su ajuar
Colmena de relojes dormía barrida a anular, ¡cuántos respiros de espíritus vacíos habían nacido! Todo iba a estar bien por esa razón oculta de saber estar en lo correcto y sudar indignación…
A 18.497 kms al noroeste pero en otro planeta de otro sistema solar…un mundo de gente metálica se desliza sin su ser perdidos en la niebla amarilla, sin resolver enigma esta escritura no es nada en especial; buen momento para hacerlo, mi vida acaba de parar esperando que la impaciencia sea apuro de verdad, que conste: más pequeña una ciudad más conocido eres sin saber, si no ve algo tiene u está ciego, y qué el que sabe que espían es porque espía. Salir de noche es encontrar la vida e imposible que por dormir se interrumpa visión de la vida. No existe desprolijidad si hablo de amor, ambición de la soledad no es recobrar su libertad mediante el espíritu amoroso, se apoya en la necesidad de que sea por siempre, al menos inconscientemente.
Qué es el amor no se sabe estando enamorado, por no estarlo reflexionamos lo que es o no en nuestra cotidianeidad, lo fundamental que es el peso de su ausencia cuando sabemos qué necesitamos. El tiempo es el peor enemigo del amor, por más que dificultad no es sinónimo de buen curso: lo sencillo aburre; en este universo descarrilado no es el hombre el que ha fallado, engendrado el Diablo ya, lleva faldas, es mamá.

Gonzalo Alejo Aguerrido Gorbea, además de haberse llevado sólo una materia en la secundaria, se recibió de actor (sí es un estudio terciario) en 2004. Cansado de ver que no era su estilo de vida el que le ofrecía la actuación se inclinó por las Letras pero no se animó a escribirlas en latín. Prefirió cantar en castellano durante varios años aunque no sería su vocación definitiva tampoco. Posteriormente se abocó a deshojar libros exóticos, para terminar de confundir a quiénes vieran su curriculum egresó en la escuela de Niembro en 2009, por lo que también es periodista deportivo. En suma, su verdadera existencia se basa en abarcar mucho y apretar poco, de todas formas la escritura es lo que más lo moviliza, para ese fin sus neuronas reclutan conceptos y nos son regalados para Toad Trippers y Jambalaya Web. Además realiza otras colaboraciones dentro del mundo cibernético, y en el terrenal claro.



Macarena Cifuentes
  

el cuerpo de al lado
Tenemos que andar con las tetas puestas, con  la panza, con el radio y el cúbito, con el dedo meñique.

Tenemos que andar con las rodillas, con el glúteo medio y el serrato mayor.
Tenemos que andar con los hombros, la tráquea y el esternón, el esófago y los intestinos.
Tenemos que andar con las pupilas, el páncreas y el corazón.
Tenemos que andar con los riñones, con el peso de la piel y casi todas las uñas.
Tenemos que andar a la deriva o encontrados, con todo lo que tenemos de cuerpo o con el cuerpo de al lado.

morirme

Hasta dónde voy a morirme?
Si ya me morí una y mil veces,
me morí ahogada en un océano de lágrimas,
me morí sin saber que me moría,
me morí con ganas,
me morí viuda, defraudada,
me morí de risa,
me morí para siempre y quedé con vida,
me morí descalza, me morí dormida,
desperté muriendo y seguí fingiendo,
morí de vergüenza, de amor, de locura, de nervios, de tu cara espantada y tu ira,
me morí toda, me morí mordida.


Subo escaleras

Subo escaleras infinitas
con peldaños de aire y barandas de estrellas.
Subo escaleras que bajan al mismo tiempo.
Subo escaleras que no distinguen si te dejan en la terraza o en el subsuelo.
Subo escaleras con tu mano callada,
con tus pies en silencio
y tus ojos de agua que chorrean viento,
Subo escaleras de huesos que no suenan, de luces que alumbran la nada.
Subo escaleras que les tiene sin cuidado
si voy rápido, si voy quieta, si voy sonriendo.
Si voy lenta, si voy contenta, si voy muriendo.
Si voy repleta, si voy hinchada, si voy fingiendo.
Si voy al margen, si soy marginada, si soy el centro.
Si soy un puerto, si soy un muerto o si te miento.

Subo escaleras que solo quieren que suba,
pero un día se me va a ocurrir algo y voy a saltar.


Hacia
Tarde el doble
Te quiero el triple
Cuadriplico mis ganas de bailar cuando te veo
Me siento en un quinteto
Me pongo de pie a dos tercios de tu belleza
Finjo ser simple y me lo creo

DE SU NIÑEZ

dejaré ir a mi niña.
la veré ir corriendo entre los árboles,
la veré pincharse, la sentiré llorar desde lejos con sus ojos primer plano de mi corazón.
Seré sincera y por vez primera aceptaré que ya está grande, y que siempre fue veinte años mayor que yo.
Seré sincera y podré dejarla morir. Y sino muere, me atreveré a matarla.
Yo misma, con mis mismas manos
con mis pies de uñas largas podré cortarla
mis sonrisas sarcásticas le rechinarán los ojos hasta la ceguera
sus oídos pedirán auxilio porque mi silencio aturdirá sus pupilas, aturdirá su niñez absurda y pasada de moda.



Nací en agosto en 1982, en  Quilmes.
Bailarina, poeta y activista.
Estudio y me dedico a la danza desde los 6 años, De peque, también, fue cuando comencé a escribir sin darme cuenta y después de darme cuenta seguí escribiendo. Desde el 2007 que comparto virtualmente las poesías enwww.escritosmaqui.blogspot.com 
En vez de esperar, bailo. Me gusta cuidar el pedacito de Río de La Plata que hay cerca de mi casa, estar enamorada y meter las sábanas debajo del colchón.



Martín Di Benedetto


no dejes esta danza.

el baile continúa entre los cuerpos en ausencia.

no dejes esta danza.

los caminos fueron trazados.

tu brazo roza cada día la posibilidad de otro brazo

ya hijo de la fosa.

no dejes esta danza.

movete entre los niños que no fueron

y los que no saben que están/

entre los hombres y mujeres sin llegar

los abuelos y padres del hueco

entre las sillas y la canción del silencio.

no dejes de mirar esos pasos.

las comidas

las peleas

los besos

la mancha y las escondidas

todos esos fantasmas

del hacha militar.

no,

no dejes tu danza.

quebrá el cielo con tu cuerpo

la tierra con tiempo

abrí el olvido de los párpados.

los caminos fueron trazados.

la tragedia se aleja navegando por una bisectriz no planeada.

y vos y yo somos hijos de un corte

de un presente con interferencia

de una danza entre siluetas

imposibles de imaginar.





mientras las uñas crecen
y la tierra y la lluvia nos regalan lombrices
y los árboles negocian en el cielo
un coito de posible descendencia verdiazul,


allí habla.


la séptima campanada de la iglesia
despierta en la fronda de sus ecos
bostezando en los oídos
una nota abismal:


allí habla.


nos gusta transitar la matemática
del pecado-arrepentimiento-absolución
y en ello también habla/


nos gusta odiar o querer o asesinarnos con silencio


en la intensidad humana
también habla.


en los puertos, en las colinas, los desiertos, los dientes, las personas que no importan, en el colectivo, la parada del colectivo, las miradas, el rumbo, el sabor de las comidas, la humedad, el amor a discreción, el otro sexo, en la perversión, en el parto, el tronco-corteza y nácar, la repisa, el instante agua, los perros que duermen, en el desastre, los guisos, el sol traducido por la ventana, el cardumen, la conciencia, el sueño sin suelo, en la muerte frambuesa


y en los hombres de la calle,


allí habla.


qué más puedo decir
nacimos para conocer
para recordar que nacimos


olvidados
y sin planes


bastardos
y distraídos.


¿Es que no ves,
que allí,
sin sombra ni comienzo,

allí también habla?





el almacenero me dio sus monedas
comí sus caramelos
guarde el vuelto
y caminé la calle/
abrí la puerta de casa
y entré con el mundo.


ahora dentro
tengo una astilla bajo la piel
tengo sangre que la acompaña
y mis compañeros de cabeza
todos muertos.


el carnicero trincha algunos de mis recuerdos
mi infancia a veintidós el kilo
las carnes rojas seccionadas
me hablan de una pradera aburrida
una mirada pasiva
y enrolada
para la masacre.


ahora dentro
bailamos como tontos cuando está esa música
los camiones pasan
tapan nuestros aullidos


quizás los tuyos sean alegría
yo
estoy matando algo.






en este mar de carne
y palos vacíos de agua  madre,


es donde el diluvio se llama escupir en otro sexo,



donde andan corriendo desnudos
con la última vergüenza en migajas.



El terror se me hilvana cuando los veo.


Se enmaraña fino por el ojal.


La nuca ciega magnetiza su instinto
y me advierte:

romper las puertas
apuñalar su creencia


/y la sangre de quizá/


dejar tuerto su perro
encarcelar la lengua


/marcar la mitad/


señales de la Fría que llama


desde su barco de mimbre perdido


enamorada de la extinción.






en este mar de carne
y palos vacíos de agua  madre,


es donde el diluvio se llama escupir en otro sexo,



donde andan corriendo desnudos
con la última vergüenza en migajas.



El terror se me hilvana cuando los veo.


Se enmaraña fino por el ojal.


La nuca ciega magnetiza su instinto
y me advierte:

romper las puertas
apuñalar su creencia


/y la sangre de quizá/


dejar tuerto su perro
encarcelar la lengua


/marcar la mitad/


señales de la Fría que llama


desde su barco de mimbre perdido


enamorada de la extinción.


Martín Di Benedetto. 27 años. Autor del libro de poemas "la lengua quemada", primer y único hasta el momento.
Reside en Puerto Madryn y planea vivir en Capital Federal algún día.



Federico Llera



JORNADA LABORAL

"Yo no sé si aguanto tres meses más,
yo creo que me pego un tiro antes",
me dice el loco.
Sonrío, asiento...
es lo único que puedo hacer
—pienso lo mismo que él
y sé que lo del tiro no es una joda—.

"Cómo me gustaría ser un Rey",
me dice el loco.
"Quizás fuimos reyes en otra vida
y de ahí viene esta nostalgia".
"Reyes sin corona",
me dice.
"Reyes sin Corona",
corrijo.
No lo agarra
o se hace el boludo
—todavía le queda un fondito—.

"Ahora mismo besaría apasionadamente a todos los que están en este lugar
sin discriminar por sexo, religión o afiliación política",
me dice el loco, se para
y sale a fumar.
Yo, que cuando perdido de toda Fe, sediento a la vez de distracción y sentido,
recurro a best-sellers sobre vidas pasadas
(que tienden a volverse más creíbles cuando
—en la misma copa—bebemos vanidad
y nos volcamos hacia nuestra tenue vida)
pienso que no es más que la deuda kármica de un déspota.

¿Qué estaremos haciendo en este lugar?
—además de estar olvidándonos que mañana hay que ir a trabajar—
“No es más que la deuda kármica de un déspota”, me repito.

Lo importante es que, con el loco, fuimos reyes — eso está claro—
y lo que aprendimos es que lo único que importa
es hacer feliz a nuestra gente.
“Lo único que importa es hacer feliz a nuestra gente”,
me repito.

"¿De qué hablás?",
me dice el loco,
apura el vaso sin sentarse
y,
mientras esgrime con ternura un pene imaginario,
dispara: "¿Me echo un clorito y pedimos una más?"
Cierro los ojos,
ungido por la promesa,
"¡La del estribo, eh!", aclara
y se ríe a mis espaldas.
Sonrío, asiento...
mañana veo cómo la piloteo.

BLASFEMEMOS

Luchador incalzable
en el ojo del vértigo,
en la marea de lo distante.

Revueltos, perdidos
por la nostalgia de sueños
—sueños imposibles
masturbados en amores—.

Hechizados por la mirada infinita
y la evidencia vulgar de la Muerte.

Enfermemos,
como si el remedio fuera.
Blasfememos,
como si a alguien le importara.

dios es una señora gorda tomando el té,
festeja su no cumpleaños
y se sirve azúcar como si fuera cocaína.

Lo envidiamos.

Quizás algún día lo perdonemos,
no podemos prometerle nada.

Mientras tanto —buscona noche—
el viento apenas me despeina.
No te desanimes querido amigo
—levántate y anda—,
destapa otra cerveza.

BASE

¿Dónde están las mujeres de los afiches publicitarios?
Y ¿por qué todavía no saben mi nombre?

Estoy tirado en la vereda,
mi cabeza se desparrama hasta donde el humo lleva mi mirada.

Voy a ponerme ciego para amarlas a todas por igual.

Yo debería estar en el bailando.
¿Acaso no soy un soñador?

¿Dónde están las mujeres de los afiches publicitarios?
¿Dónde están las mujeres con mirada de televisión en HD?
¿Por qué no vienen a rescatarme?

¿YA?

Ahora que no hay más mundo en mí,
ahora que no hay más que mi mundo
porque expulsé al mundo de mí
o porque de sí me expulsó el mundo.
El tubo de luz en el techo

                                       sólo eso
y lo cerca tan distante
y lo distante tan muerto.

Al principio todos soñamos
y al final todos somos.

Astronautas.

¿EN DÓNDE ESTÁN LOS PADRES?

Y los niños malcriados de los pueblos costeros
lanzan alaridos de gaviotas porque están secos de vientre.
Y ¿dónde están los padres?
¿dónde están para indicarles lo socialmente reprochable de su conducta?
Los niños malcriados de los pueblos costeros
corretean hasta la madrugada,
riendo y graznando a través de las paredes.
Y ¿dónde están los padres?
¿dónde están para indicarles que en las habitaciones los adultos duermen?
y que los muertos viven del recuerdo de lo que ya no serán.

Los mocosos malcriados de los pueblos costeros
se revuelcan de puro gusto en calles de tierra
mientras patean una pelota desinflada
y se les llenan los mocos de polvo.
A la hora de la siesta
no se esconden de los sueños.
Salen a beber colores,
se emborrachan de la paleta de la playa
y le venden caracoles a los turistas.
Y ¿dónde están los padres?
¿dónde están para decirles que se consigan un trabajo decente?

Ellos y los niños que juegan alrededor de las mesas
llevan las mejillas maquilladas de su propia baba rancia.
Suenan tan adorables que quisiera abrazarlos
y tenerlos a todos por hijos.

Los escucho gritar en el estómago de nuestras habitaciones gemelas,
son este nudo de angustia en mi garganta
y como nunca volveré a verlos
me digo que son fantasmas.

Y tengo trece años y fumo,
desvelado entre el placer y la muerte,
entre el deseo y lo inasible de tu sonrisa
—tan a la mano en avisos publicitarios—.
Y tengo trece años y fumo,
desvelado entre el placer y la muerte,
y yo también,
yo también estoy siempre tirado en la placita
y ya no puedo bajarme de la bicicleta porque la calle está hecha de fuego
y tengo que trepar a la medianera
porque en el pasto no hay más que pirañas
y ya soy casi un gimnasta del sinsentido.

  
Fede Llera nació en la Ciudad de Buenos Aires el 19 de Abril de 1989. En el año 2013 publicó su primer libro de poemas "La gimnasia del sinsentido" por Milena Caserola.




Ezequiel Gutiérrez

Otra vez

Otra vez hay que comer en los platos viejos
fideos sin tuco,
cuando no me quedan ganas para ir a la escuela.

¿Actuar como un enfermo? sería peligroso.
Ojalá el colectivo se demore para siempre.
Ojalá en la escuela amenacen con bombas
y sean de verdad.

Pero no pienso arreglarme. Y no me tiren de la oreja,
que me duele.
No quiero ir a sumar preguntas y preguntas
que nadie me responde.

Hoy quiero estar solo, con mi hoja blanca,
dibujar mi paraíso
y no saber más nada.

Herencia

El viejo plantó un árbol
para que la tierra no lo olvide.

Después, vino su hijo
y lo olvidó con un hachazo,
para crear el papel
donde escribir su propio libro.
Ilusión

Cómo levanto la ilusión
que cayó
aquí dentro

Mis brazos no alcanzan
para llegar al fondo
de este pozo
profundo
como el deseo.
El borrador

Este poema lo escribí
en una noche cualquiera.
No recuerdo la fecha
ni el motivo, pero hoy,
que ha pasado mucho tiempo
sin que me diera cuenta,
no alcanzo a comprender
qué significa esto.
Quizás mañana lo termine,
encuentre en algún libro
la palabra perfecta
y cierre de una vez mi corazón;
como aquél poeta suicida
que ya no espera nada
y olvida 
lo que anoche escribió.

Vieja

Vieja
todavía con vida
y algunos recuerdos
y la misma esperanza.

Falta poco,
cada instante, menos
para que duermas
bajo esta tierra.

Pero tu fe está en el cielo
donde nació tu alma
y los sueños perdidos
iluminan las estrellas.

Vieja
no sé a dónde vas,
pero antes de irte
dame quince de tus años,

así te quedas otro rato
y me voy contigo.

Nací en el año 1990, en Ituzaingó. Escribo cuentos y poemas desde hace cuatro años, en principio inspirado por letras de rock nacional y luego por obras de escritores varios.
Estudio el profesorado de Lengua y Literatura en el Instituto Joaquín V. González. Participé en el taller literario de Ituzaingó organizado por SADE La Reconquista, con quienes participé en sus eventos “Integrarte”, una cita en “Radio Oriente” y en “Ituzaingó lee a sus escritores”.
Actualmente organizo un Grupo Literario Virtual, donde los participantes pueden publicar sus textos y comentar los de sus compañeros, como también participar de concursos y otras actividades: 
www.foro-eltintero.com
Además de la literatura me he dedicado a otras actividades artísticas: ajedrez  (Bronce en Torneos Bonaerenses 2007), tango (Egresado en la escuela José Neglia y bailarín en diversos teatros y eventos), cine (Taller de Raúl Perrone),música (ex-alumno Escuela de música popular de Ituzaingó, en piano), historieta (Taller de “La Productora”, Morón), fotografía (actualmente curso básico con Adrián Ghio) y scrabble (alumno de la Campeona Mundial Claudia Amaral).